Cada vez más escuelas ofrecen programas bilingües para niños de todas las edades. Las ventajas que esto tiene son indudables en una sociedad globalizada y en la que hablar sólo una lengua limitaría las posibilidades de relacionarse con el resto del mundo. Pero los beneficios que trae el bilingüismo en los niños va más allá de poseer más conocimientos: existen diversas ventajas cognitivas que se desarrollan al aprender dos o más lenguas. 

¿Cualquier niño puede volverse bilingüe? 

La respuesta es sí. No es necesario que un niño sea considerado superdotado en la materia de ortografía y gramática en su lengua materna para que entonces pueda incorporar otra a su aprendizaje. De acuerdo con una investigación de la lingüista Eva Núñez, no se necesita tener habilidades cognitivas sobresalientes antes de incursionar en el multilingüismo: los beneficios aparecen una vez que se ha desarrollado el conocimiento de una nueva lengua.  Sin embargo, algo en lo que hace hincapié la misma autora es que sí se necesita tener un conocimiento amplio y claro de la lengua materna para entonces poder estudiar otra, pues en el caso contrario el niño sólo tendría habilidades medias en los dos idiomas y no desarrollaría por completo las ventajas cognitivas. Esto podría resultar en un rendimiento académico negativo y en frustración. 

Mejores habilidades sociales 

Los niños bilingües se comunican mejor que los monolingües. Esto es gracias a que son capaces de ponerse en el lugar de su interlocutor para identificar de qué está hablando y qué espera que se responda. La psicóloga estadounidense Katherine Kinzler señala que es posible que los niños no posean todos los conocimientos necesarios para comunicarse de manera perfecta con su segunda lengua, pero, a cambio, desarrollan habilidades de empatía que los ayudan a adaptarse a diversos contextos.  Cuando los niños crecen completamente sumergidos en ambientes multiculturales y multilingües, tienen que aprender a identificar cuándo cambiar de lengua para comunicarse. Gracias a esto, son más conscientes del carácter social y comunicativo de la lengua y reconocen su importancia en todos los ámbitos de la vida. 

Mayor manejo de la información 

Las habilidades que se desarrollan en la lengua materna no tienen que aprenderse nuevamente en los demás idiomas. No es necesario volver a aprender a sumar, a deducir o a utilizar el lenguaje figurado: esos conocimientos simplemente se traducen a la nueva lengua. Por lo tanto, los niños procesan la información de una forma más eficiente y automática, pues su mente intenta ahorrar tiempo cuando aparecen exigencias lingüísticas en otros idiomas.  Asimismo, la mente de los niños bilingües tiene mayor facilidad de recepción de nueva información, así como para comunicar estos conocimientos. Son grandes narradores de historias y tienen una mejor habilidad para expresar conceptos de su realidad. 

La colección Read in English para el bilingüismo 

Volver bilingües a los niños no es una tarea exclusiva de las escuelas. Los padres también pueden, y deben, promover en casa el aprendizaje de la segunda lengua. Si no cuentan con conocimientos de otros idiomas, pueden apoyarse de materiales que ayuden a los hijos a seguir aprendiendo más sin estar en el aula. Larousse cuenta con la colección Read in English, en la que se publican libros clásicos de la literatura anglosajona acompañados de la traducción al español de palabras clave al margen de cada página. Su división en niveles básico, intermedio y avanzado ayuda a que el aprendizaje sea paulatino y gentil con el desarrollo del niño. 

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Las ventajas del multilingüismo en los niños abarcan diversas áreas de su desarrollo cognitivo y social. Invitar a los hijos a aprender más de una lengua es la mejor forma de trabajar partes de su cerebro que de otra forma jamás serían entrenadas. Son niños que se comunicarán mejor y pensarán mejor.