“Célebre villano de alta categoría busca asistente leal y sensata para llevar a cabo tareas administrativas no específicas y ofrecer asistencia al resto del personal en las situaciones caóticas y terroríficas que puedan surgir, entre otros asuntos siniestros en general”. Con esa premisa nos recibe Asistente del villano, una novela juvenil de fantasía, comedia y romance que supera las expectativas del divertido anuncio con el que se presenta.

Los antihéroes por excelencia

Tradicionalmente las historias están compuestas por un protagonista y un antagonista, donde lo más común es que el primero sea un héroe y el segundo un villano. El héroe es una guía moral que encarna cualidades deseables y muchas veces se vuelven modelos a seguir; por otro lado, el villano actúa de forma reprobable. Este modelo cambió cuando apareció la figura del antihéroe, personajes que no se pueden definir como buenos o malos, sino que constantemente se mecen entre uno y otro concepto, creando así entes más humanos y cercanos a la realidad.

Este concepto es llevado al extremo de forma magistral por Hannah Nicole Maehrer autora del libro Asistente del villano. El propio título señala que nos espera un encuentro con la maldad, que efectivamente está personificada en el Villano. Él busca una asistente ya que no puede administrar bien su tiempo para hechizar personas, asesinar gente, hacer enojar al rey y crear encantos malvados. Así es como contrata a Evie, una chica pobre del pueblo que tiene que mantener a su hermana y a su padre enfermo.

Esta historia, que podría parecer la del bien encarnado en Evie y el mal representado por el Villano, en realidad tiene la maravillosa inteligencia de situar a todos los personajes en el límite entre el bien y el mal. Evie con los meses se comienza a acostumbrar a ver cuerpos colgados del techo y pisar sus ojos, apoya al Villano en sus actividades ilícitas, desarrolla un vínculo con todos los esbirros del castillo y, por supuesto, se enamora de su misterioso, gruñón y guapísimo jefe.

El Villano tiene un enemigo (¿un héroe?) contra el que deben luchar constantemente por sus incansables intentos de acabar con su existencia, sin importar si en el camino Evie también sale volando por los aires con cada bomba.

A lo largo de la novela se desarrolla el silencioso romance entre los protagonistas, así como el descubrimiento de sí misma de Evie, quien toda la vida se ha considerado un fracaso y averigua, en un ambiente tan terrorífico, quién es ella realmente. Todo esto está narrado con un gran humor que te sacará muchas carcajadas, las escenas románticas te harán sostener la respiración y las guerras ambientadas en un mundo fantástico y mágico te mantendrán al borde de la silla.

El bien, el mal y un poco de comedia

Es muy común encontrarnos con historias maniqueas que plantean que todo es bueno o malo, donde los personajes son bondadosos o monstruosos y las situaciones tienen un claro camino para llegar al final feliz. Asistente del villano rompe con este paradigma y trae un nuevo acercamiento a la literatura juvenil.

Aunque en un principio todos los personajes parecen buenos (Evie, su hermana, su papá, el rey, los campesinos) o malos (el Villano y sus asistentes), las historias se complejizan a tal nivel que no sólo se desdibujan los límites del bien y del mal, sino que ya ni siquiera son valores con los que se califica la realidad.

Conforme Evie conoce al Villano con más profundidad, se percata de que su maldad tiene un origen y justificación. No es la típica novela donde la heroína buena comprende al aterrorizado chico malo y lo ayuda a ver la luz y transformarse. El amor por Evie es tan real y honesto que no quiere que el Villano cambie, sólo comienza a entenderlo y a cambiar ella misma al encontrar puntos de conexión con él.

Esta dinámica ocurre con todos los personajes, que siempre están ocultos en la sombra de la verdad y la mentira, y donde los parámetros morales son los que establecen ellos mismos. Así pues, Evie empatiza con las acciones de todas y cada una de las personas, desde el Villano malvado hasta el asesino que intenta destruirlo todos los días.

Dentro de esta dinámica, que parecería no tener límites de conducta ni acciones, hay un valor que se enaltece a lo largo de la obra: la honestidad. El Villano no le esconde a nadie sus intenciones y Evie se quita poco a poco la máscara que se creó tras tanto dolor familiar y fracasos laborales: “Al final todos somos monstruos. Al menos los míos no se esconden”, afirma Evie. Es decir, desde los ojos de muchas personas lo que hacemos está mal, pero lo único que nos salva es hacerlo con la frente en alto.

Asistente del villano es la obra inaugural del sello editorial Faeris, de Grupo Anaya, especializado en publicar novelas de corte sobrenatural y fantástico con subgéneros como romatasy, dark academia o fantasía comercial.