“Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste, todavía y como siempre, al invasor”. Así es como empiezan todos los cómics de una de las historietas más famosas del mundo: Astérix. En esta nota te hablaremos más sobre su creación, importancia y exactitud histórica.

El surgimiento de Astérix

Astérix comenzó cuando dos amigos se juntaron a crear un cómic histórico sobre Francia. El guionista René Goscinny y el caricaturista Albert Uderzo se dieron cuenta de que uno de los periodos menos estudiados en su país era el de los galos, por lo que decidieron situar su historia en esta época, en el 50 a. C.

El 29 de octubre de 1959 se publicaría en un periódico francés la primera tira cómica con Astérix y Obélix como protagonistas. A partir de ese momento, su éxito sería tal que algunos de los álbumes donde compilaban las historias vendieron más de un millón de ejemplares en tan sólo un par de días.

Astérix ha sido traducido a más de cien idiomas y se han hecho quince películas, tanto animadas como live action, basadas en sus personajes y aventuras. La historieta también ha sobrevivido a las tragedias: en 1977 Goscinny falleció y Uderzo, por petición del público, continuó con su creación en solitario. Algunos años antes de la muerte de Uderzo en 2020, éste comenzó a proyectar que Astérix pasara a las manos de otras personas que continuaran su legado. Gracias a eso hoy podemos seguir disfrutando de la entrañable historieta a través de Jean-Yves Ferri y Didier Conrad.

¿De qué trata Astérix?

Tal y como dice su introducción, existe una aldea poblada por fortísimos galos que resisten la conquista romana. Tienen diferentes campamentos estratégicos para protegerse, pero lo que realmente los mantiene victoriosos es una poción mágica creada por el druida Panorámix con la que los habitantes adquieren habilidades extraordinarias.

Todas las historietas de Astérix siguen las diversas aventuras que en este contexto viven tanto la dupla del inteligente y pequeño Astérix y el gigante e inocente Obélix, como algunos otros personajes principales: el mencionado Panorámix y el perro Ideafix. Sin embargo, sus hazañas no se reducen a esa pequeña isla imaginaria (que algunos ubican como Britania), sino que también visitan diversas ciudades y países del mundo, como es el caso de Astérix en la India, Astérix en Bélgica, Astérix en Córcega, entre muchos otros.

Pero, ¿qué tan ciertos son los hechos que ocurren en Astérix? ¿Sus diferentes tramas están basadas en datos históricos reales? ¿Se puede aprender historia con los cómics? Sí, pero es importante matizar algunos detalles.

¿Podemos aprender de Historia con Astérix y Obélix?

Evidentemente, Astérix, Obélix y el pueblo indestructible, no existieron como tal, pero sí están basados en hechos reales. Para lograr darle valor histórico a las historietas, Goscinny y Uderzo incluyeron diversos personajes de la Antigüedad. Por ejemplo, Cleopatra en Astérix y Cleopatra, o Julio César, el gran antagonista de esta historia y con quien nuestros protagonistas tienen varias batallas, como se puede ver en Los laureles del César. De hecho, Julio César realmente invadió Britania alrededor del 55 a. C., pero no logró conquistar la mayoría de las islas, cuyos habitantes feroces le hicieron frente y jamás fueron sometidos. ¿Te suena la historia?

Por otro lado, Astérix no sólo es una excelente forma de estudiar ese periodo que por mucho tiempo había quedado olvidado en los libros de historia, sino que también aporta algunos datos históricos de la actualidad. El cómic está caracterizado por un humor que entretiene tanto a los niños como a los adultos, y muchas de estas risas son causadas por la satirización y exageración de ciertos rasgos contemporáneos de las naciones.

Por ejemplo, en Astérix y los godos aparece un retrato de Alemania visto desde su papel en la Segunda Guerra Mundial: hay referencias al nazismo, al fanatismo hacia Hitler e incluso aparecen cascos iguales a los de su ejército.

También existen referencias más alegres, como a la gran algarabía y alegría españolas, su afición por los toros y las fiestas, e incluso ciertos guiños a Miguel de Cervantes. Si quieres leer las aventuras en España, no te puedes perder Astérix en Hispania.

Así, pues, Astérix puede no tener exactitud histórica en cada uno de sus elementos, pero tampoco se le puede exigir esto: es una obra de ficción. Es más bien gracias a todos los elementos fantásticos, que resulta una herramienta asombrosa para aprender más sobre historia. Goscinny y Uderzo se dieron a la tarea de recuperar un periodo y volverlo de conocimiento común, a la vez que inició el amor por la historia en ya varias generaciones.

Te invitamos a leer estas nuevas traducciones hechas especialmente para el público mexicano, por lo que entre sus hojas te encontrarás con muchos diálogos que resonarán especialmente contigo.