Debido a la gran urbanización de nuestros tiempos, es difícil que los niños estén en contacto con entornos naturales, donde la naturaleza viva libremente sin la intervención de las personas. Pero entre las calles, en algunos árboles, en alguna esquina perdida, existen todavía resabios de ese hábitat que existía antes de que llegaran las ciudades. Precisamente de eso trata Aventura salvaje en la ciudad, un maravilloso libro para niños del que hablaremos el día de hoy.

La aventura salvaje de Rodrigo

Rodrigo es un niño muy curioso que está apasionado por la vida salvaje: ve programas de pandas, lee sobre delfines y pingüinos, dibuja elefantes y colecciona peluches de animales de la selva. Sin embargo, a pesar de su gran amor por la fauna silvestre, ve afuera de su ventana, donde sólo hay edificios altos, pocos árboles y muchas luces, y está seguro de que en la ciudad donde vive no hay nada de naturaleza salvaje, hasta que se fija un poco más…

El ilustrador y escritor neozelandés Thomas Docherty lleva a los niños a través de un recorrido por la naturaleza salvaje oculta en la ciudad. Junto a Rodrigo, descubrirán que existen ecosistemas completos en todos los rincones, como las hormigas en el pavimento, los pájaros en los árboles y los erizos en los arbustos.

La obra también invita a los pequeños a utilizar su imaginación para descubrir esa naturaleza salvaje que no tienen al alcance de la mano. El único obstáculo para que su habitación esté llena de lianas, zorros o nieve, es la capacidad de imaginar un entorno diferente, pero los pequeños siempre están dispuestos a dejarse llevar gracias al poder de los libros.

Las ilustraciones son hermosas y divertidas; los textos son muy sencillos, pero poéticos. El propio autor ha hablado de la gran importancia que tiene para él la sensibilidad de lo simple en sus creaciones, ya que tiene dislexia y no busca crear textos complicados, además de que cree en el valor de la inclusión de todos los niños.

La importancia de la naturaleza salvaje

El contenido del libro gira en torno al concepto de la ecología, pero ¿qué es?

La naturaleza salvaje se contrapone a la naturaleza modificada por el hombre. Estrictamente, un parque no contiene ya nada de lo que alguna vez fue antes de transformarse, mientras que una selva virgen es la mayor manifestación de la naturaleza salvaje.

Lamentablemente, hoy en día los niños tienen muy poco, si no es que nulo, contacto con este tipo de ecosistemas. Para ellos muchas veces lo más silvestre que pueden imaginar es una granja, un bosque con cabañas o el mar frente al hotel, pero en realidad todos estos son entornos artificiales.

Pedir a los niños que salgan a explorar paisajes indómitos, con animales peligrosos, climas extremos y condiciones difíciles, es algo imposible. Es por ello que debemos invitarlos a observar esos pequeños mundos salvajes que todavía los rodean, tal y como hace Rodrigo en Aventura salvaje en la ciudad.

Lo mejor para esto es proporcionarles materiales educativos que contengan información sobre diferentes formas de vida y que después encuentren esos pequeños mundos dentro de su propio entorno. Esto los ayudará también a autopercibirse como animales que tienen más características en común con los zorros y las ardillas del bosque, que con los edificios de concreto donde viven. Acercar a los niños a la naturaleza salvaje es otra forma de recordarles la parte natural que habita dentro de ellos.

Aventura salvaje en la ciudad estimula a nuestros hijos a descubrir su entorno, apreciar y admirar las diferentes formas de vida, a aprender sobre animales y a utilizar su imaginación. Al igual que Rodrigo, no necesitarán ir lejos para ser todos unos aventureros.