Los libros son importantes para el crecimiento de los hijos, pero lograr que hagan de ellos una parte de su vida diaria parece una tarea demasiado complicada. Sin embargo, siguiendo estos 3 consejos fundamentales que tedaremos, verás que no es tan complicado incentivarles el hábito la lectura y que, incluso, la pueden llegar a amar.

1. Conoce sus gustos sin imponerles la lectura

Si los niños lo interpretan como una obligación más –como lo son las tareas en la escuela o las labores que tienen en la casa– se obtendrá un resultado completamente distinto al que se quiere: rechazarán los libros. Así que, aunque se desee que lean, se tiene que lograr de forma consensuada y tranquila. Con lo anterior en mente, lo siguiente es acercarse a los niños y conocer sus gustos. Al igual que a unos les gustan más los deportes y a otros colorear, sus inclinaciones por ciertos libros pueden cambiar. Se debe observar y preguntar qué les gusta, ya que existe una amplísima cantidad de libros y seguramente encontrarán varios que encajen en lo que quieren: desde hadas y dinosaurios hasta historia y astronomía.

2. Conoce las edades a las que van dirigidas los libros

Como mencionamos antes, los tipos de libros infantiles son casi infinitos. Estar en una librería ante tantas posibilidades es abrumador; sin embargo, si ya tienes una idea de lo que estás buscando temáticamente, sólo falta por ver los últimos detalles para encontrar el libro ideal: ¿cuántos años tiene el niño? Los libros infantiles vienen marcados claramente con la edad a la que van dirigidos. Comprar el de un rango de edad erróneo podría llevar a la frustración por no entender lo que están leyendo o al aburrimiento por resultar muy sencillo. Los libros sensorialmente atractivos son una buena forma de despertar el interés por ellos. Muchos de los materiales tienen texturas, sonidos, luces y colores llamativos que ayudarán a que los niños deseen acercarse y permanecer leyendo. En caso de que el bebé aún no sepa leer, es importante que al leerle en voz alta se utilice un buen tono de voz, se module de forma correcta y se ponga intención. Y en caso de que te haya interesado el libro de arriba, lo puedes conseguir dando clic aquí: Los sonidos de los animales del bosque.

3. ¡La lectura en casa!

Se debe destinar un lugar especial en la casa para la lectura. Puede ser un pequeño sillón en la sala o en su cuarto donde tenga cerca más libros. Éstos deben estar al alcance del niño para que los pueda tomar por sí mismo cada vez que lo desee. Los niños más pequeños necesitan relacionar sus aprendizajes con un vínculo afectivo con los papás, es por eso que acostarse a leer con ellos aumentará su interés por la lectura. A su vez, preguntarles por cosas que han leído propiciará que conciban los libros como un vínculo amoroso con los padres. Por último, ¡poner el ejemplo es uno de los mejores métodos para acercar a los niños a la lectura! Al ver a las personas a su alrededor leyendo, querrán hacer lo mismo. Hay que platicarles de lecturas propias para que perciban el interés en la literatura y cómo forma parte de la vida cotidiana. Recuerda que fomentar la lectura no tiene que ver con que un niño pueda agarrar mecánicamente un libro y prestarle atención durante media hora: significa lograr que se emocione, se vincule y amplíe sus preguntas sobre el mundo, que encuentre respuestas y que sienta satisfacción y felicidad. ¡Sólo necesita los libros y espacios adecuados para conseguirlo!