Gracias a la educación y sensibilización ambiental, cada vez los niños y jóvenes están más conscientes sobre el daño que le estamos causando al planeta y la necesidad de tomar acciones en el tema. Aunque esto es muy importante, también ha traído algunos impactos negativos en la vida de todos, como la eco-ansiedad.

Por fortuna, la psicoanalista británico-australiana Anouchka Grose y la ilustradora canadiense Lauriane Bohémier publicaron el libro ¿Cómo manejar tu eco-ansiedad?, que contiene todo lo que necesitas saber sobre el tema y las herramientas para ayudar a nuestros hijos a no angustiarse y más bien poner manos a la obra. Este título pertenece a la “Serie 10 pasos”.

¿Qué es la eco-ansiedad?

Anouchka explica que la eco-ansiedad, aunque es un término del que cada vez oímos más, en realidad ha existido desde los setenta, cuando la preocupación por el medio ambiente comenzó a tomarse con seriedad. Es la forma de describir la angustia, preocupación o miedo que algunas personas experimentamos por la crisis ambiental y los estragos que ya estamos viviendo. Esta ansiedad puede surgir a partir de la conciencia sobre problemas como la pérdida de la biodiversidad, contaminación y otros desafíos climáticos significativos.

Las personas que la experimentan tienden a sentir impotencia frente a la inmensa magnitud de los riesgos ambientales y suelen preocuparse por el impacto que estos tendrán en sus vidas y en las generaciones futuras.

La autora hace mucho hincapié en que la eco-ansiedad, a pesar de cómo suena, no es un trastorno mental ni un diagnóstico médico formal. Mientras que el trastorno de ansiedad implica un nerviosismo y angustia generalizados por la incertidumbre del futuro, la eco-ansiedad en realidad es una respuesta natural ante un futuro que sí podemos prever cómo será con base en la evidencia actual: el descongelamiento de los polos, huracanes cada vez más destructivos, incendios forestales, temperaturas extremas, escasez de agua, entre muchos otros fenómenos.

Es decir que, si nuestros hijos y nosotros mismos sufrimos de eco-ansiedad, en realidad es la respuesta más natural posible, y de hecho es una buena señal de que somos conscientes de la problemática. El único detalle es que debemos transformar esos sentimientos negativos y desesperantes en acciones, y encontrar espacios de tranquilidad mental. Para lograrlo, Anouchka propone diez pasos fundamentales y varias eco-herramientas.

Los pasos para manejar la eco-ansiedad

A pesar de que sentir eco-ansiedad es un síntoma positivo porque indica que nos preocupamos por el planeta, seguro puedes notar que también afecta la vida diaria de los niños. Al igual que con cualquier otra preocupación, puede ser que pierdan el sueño, se mareen, tengan pensamientos descontrolados y fatalistas, se les acelere el corazón y padezcan dolores de cabeza. Por lo tanto, es necesario proporcionarles las herramientas necesarias para que dejen de sentirse mal y sigan ayudando al planeta.

1. Profundizar en sus sentimientos

Debemos ayudar a nuestros hijos a reconocer, cuando sienten ansiedad, cuál es la verdadera emoción: ¿enojo? ¿desesperación? ¿tristeza?

2. Desafiar su voz interior

Debido a que la ansiedad viene acompañada de pesimismo, es probable que los niños se nos acerquen a decirnos que el planeta está condenado a morir y no hay nada que hacer. Hay que ayudarlos a eliminar esas ideas y enfocarse en pensamientos positivos.

3. Encontrar su camino a la acción

La ansiedad muchas veces nos impide poner manos a la obra, por lo que necesitamos ayudar a nuestros hijos a salir de ese embotamiento mental y guiarlos a tomar medidas prácticas, como donar a una asociación, rescatar un animal o clasificar la basura.

4. Proporcionar información veraz

Siempre es importante controlar el acceso a la información que tienen los menores, y en este caso es determinante para su estabilidad mental. Está bien que lean sobre animales en peligro de extinción, pero también que se alegren con los casos de éxito de los defensores del medio ambiente. En el libro encontrarás varios sitios de internet recomendados para todas las edades.

5. Recuperar su poder

Es innegable que las medidas individuales no cambiarán el futuro del planeta tanto como el de las grandes trasnacionales, pero eso no significa que no tengamos en nuestras manos el poder de generar una transformación. Enséñale a tus hijos que lo que ellos hacen sí importa e influye.

6. Actuar donde puedan

Existen casos de niños que logran crear un cambio a nivel global con sus discursos a favor de la protección del planeta, pero éste no será el caso siempre. Los niños deben saber que, cualquiera que sea el nivel al que pueden actuar, micro o macro, todas las pequeñas acciones cuentan y no tienen que transformar el mundo para salvarlo.

7. Encuentren apoyo en los demás

Tal vez los niños se sienten solos en su eco-ansiedad, pero la realidad es que muchas otras personas la sufren, de todas las edades y de todos los medios. Platicar con los demás es muy satisfactorio y es la puerta de entrada a realizar acciones comunitarias.

8. Desarrollen la resiliencia

Hay ocasiones en las que no importa cuántos esfuerzos hagan los jóvenes, no siempre obtendrán buenos resultados. Tal vez la huerta del jardín no se dio, aunque defendieron un bosque aún así lo talaron o a pesar de donar para salvar un animal, se extinguió. Pero no por eso se tienen que rendir y este es un aprendizaje que les servirá por el resto de sus vidas.

9. Practiquen el autocuidado

Sí, cuidar al planeta es una de las prioridades de todos a nivel global, pero es importante que los niños no olviden que también tienen que cuidarse a sí mismos. Cuando se sientan mal o rebasados, invítalos a tomar un descanso de sus pensamientos.

10. Conecten con la naturaleza

Eso es precisamente lo que estamos intentando salvar, así que es valioso que nuestros hijos tengan encuentros con las plantas, los ríos, los bosques y las playas. Así recordarán que es por esos hermosos lugares que están luchando.

Todos estos pasos vienen desarrollados de forma exhaustiva en la obra. Además, cada uno viene acompañado de eco-herramientas, acciones, consejos y frases que ayudarán a reducir la eco-ansiedad.

¿Cómo manejar tu eco-ansiedad? ofrece una guía valiosa y completa para abordar los desafíos emocionales asociados con la eco-ansiedad, especialmente en niños y jóvenes. A medida que la conciencia ambiental crece entre las nuevas generaciones, es esencial proporcionar herramientas prácticas para transformar la angustia en acción positiva.