Tradicionalmente se piensa que los libros son sólo un conjunto de hojas llenas de letras sobre los que hay que reflexionar. En el caso de los cuentos infantiles, al menos están acompañados de dibujos. Sin embargo, existen muchísimos tipos de obras y muchas más formas de interactuar con ellos. Aquí descubrirás las ventajas de jugar con estos libros pop-up.

¿Qué es un libro pop-up?

Los libros pop-up son aquellos que al abrirlos despliegan figuras tridimensionales de su interior. Normalmente estas figuras están acompañadas de la narración impresa y otras veces tienen partes interactivas que los niños pueden jalar y modificar.

Lo que vuelve más didáctico y divertido a los materiales pop-up es que combinan las cualidades de dibujos atractivos para los niños con el volumen, creando obras de arte que se pueden tocar. Además, con sólo pasar de página se repliegan como cualquier hoja de libro, lo cual los vuelve muy prácticos.

Beneficios para los niños

A nuestros hijos más pequeños, los primeros libros que se les damos tienen texturas y sonidos para estimularlos. Pareciera que cuando crecen ya no es necesaria esta interactividad y comenzamos a darles libros un poco más planos.

Sin embargo, la diversión sigue siendo lo que invita a los niños a seguir leyendo. Los libros pop-up logran combinar la originalidad con la interacción del material cuando ya tienen una motricidad fina más desarrollada.

Judit García Cuesta explica que los niños pueden beneficiarse de estos libros a partir de los seis meses, pues ya son capaces de jugar con ellos y disfrutar de todo lo que ofrece la tridimensionalidad.

Es importante que los papás participen durante la lectura, ya que los más pequeños pueden romperlos debido a la falta de motricidad fina y necesitan de una guía para desarrollar al máximo su imaginación.

Los libros pop-up de Larousse

Las marcas Distroller y Onix tienen algunos materiales pop-up que harán a cualquier niño emocionarse. Una jaus morrokotuda y El mundo mágico de Onix plantean al inicio todo el contexto donde ocurrirá la historia: una casa llena de color y fantasía, así como los personajes que la habitan, acompañados de una descripción de sus personalidades.

Después se despliegan tres escenarios distintos de la casa: el cuarto, la cocina y el jardín. Gracias al formato grande y de pasta dura del libro, se puede poner de pie para que las figuras pasen a formar un hogar en miniatura.

Al final del libro se encuentran los materiales de cartón para adornar todas esas habitaciones, los niños sólo los tienen que empujar suavemente con los dedos para que los personajes y cientos de objetos cobren vida.

La propuesta innovadora de estos materiales es que no se trata solamente de una historia narrada que se acompaña de imágenes tridimensionales. La interacción llega más lejos aún, brindándole al niño las bases de la historia para que él la desarrolle y adorne tanto como quiera.

En estas obras se encuentran no sólo historias interminables y dise��os asombrosos que los niños pueden descubrir poco a poco (como toda la comida escondida en los cajones de la alacena o el columpio que se puede mecer); también es, en sí misma, una especie de casa de muñecas llena de diferentes recursos, un juguete con el que nunca dejarán de entretenerse.

Los libros pop-up contienen todos los beneficios de la lectura más la interacción con el papel. Es un libro-juguete con el que nuestros hijos podrán crear sus historias mientras desarrollan su imaginación y un sinnúmero de habilidades cognitivas y motrices.