Desde hace seis décadas, la editorial Larousse ha estado presente en cada hogar y escuela de México, acompañando a generaciones en su camino hacia el conocimiento.

Este 2025, no sólo recordamos la llegada de Larousse a México en 1965, sino que también reconocemos su compromiso con la educación, la cultura y el saber.

El origen de Larousse, un sueño que cruzó fronteras

La historia de Larousse comienza en 1852, cuando Pierre Larousse fundó una editorial con el sueño de divulgar el conocimiento a todo el mundo, superando cualquier barrera de idioma y frontera. Influenciado por su experiencia como docente y su formación autodidacta en instituciones reconocidas como la Universidad de la Sorbona, Pierre Larousse, se rebeló contra los métodos de enseñanza arcaicos de su época, proponiendo un proyecto basado en la educación activa y la inteligencia.

Un retrato en blanco y negro de Pierre Larousse

Junto a Augustin Boyer, creó la “Librarie Larousse et Boyer”. No pasó mucho tiempo para que comenzarán a publicar obras pedagógicas que, gracias a sus métodos modernos que privilegiaban el razonamiento y la comprensión, alcanzaron un gran éxito.

El nacimiento de una marca global

El espíritu divulgador de Pierre Larousse no conoció fronteras. Obras como Petit Larousse Ilustré publicado en 1905, consolidaron a la editorial como un referente internacional.

A ello se sumó la creación de la icónica imagen de “La Sembradora”, una imagen que representa a una mujer soplando un diente de león, símbolo del conocimiento esparcido a los cuatro vientos. Así, Larousse consolidó no sólo su importancia pedagógica, sino también una identidad visual y filosofía única.

La portada de un libro antiguo en tonos rojizos y anaranjados, titulado "NOUVEAU PETIT LAROUSSE ILLUSTRÉ".

La expansión de Larousse a los cuatro vientos no tardó en llegar a otros países. En 1912 la primera edición de El pequeño Larousse ilustrado llegó al público hispanohablante, reafirmando así su compromiso con la diversidad lingüística y la educación universal.

La llegada de Larousse a México

Así en el año 1965 Larousse se estableció en México, marcando una nueva etapa de cercanía y crecimiento en el país. Desde entonces, la editorial ha sido pieza clave en la formación educativa de millones de mexicanos, consolidándose como un sinónimo de autoridad en diccionarios y obras de consulta.

Una imagen que muestra varias pilas de libros de diferentes tamaños y colores sobre un fondo liso y claro.

Un legado de calidad

A lo largo de toda su historia, Larousse ha mantenido un firme compromiso con la calidad y el rigor editorial. Cada libro, diccionario y material publicado es el resultado del gran trabajo meticuloso que hacen los autores, editores, ilustradores, diseñadores y expertos, todos ellos motivados por una sola premisa: ofrecer contenidos de alta calidad, adaptados a las necesidades de cada generación.

Cada tema, cada texto y cada imagen son cuidadosamente creados y seleccionados para garantizar una educación excelencia. Desde sus primeros diccionarios hasta los avances modernos como los recursos digitales, Larousse se ha mantenido como una fuente confiable de conocimiento.

Los futuros de Larousse

Hoy, a más de 150 años de su fundación, Larousse continúa siendo una editorial dinámica, innovadora y sobretodo en constante evolución. Además de sus reconocidos diccionarios, la editorial ha apostado por libros de consulta temáticos, ilustrados e infantiles acercando a las nuevas generaciones al maravilloso mundo del saber.

Larousse no ha dado un paso atrás ante la inminente expansión digital y la diversificación de formatos. Al contrario, se ha adaptado a los recursos digitales y a las nuevas formas de aprendizaje, fortaleciendo su compromiso inicial, esparcir el conocimiento a todos los rincones del mundo. A lo largo de estos 60 años en México, Larousse ha sido parte esencial de la historia educativa y cultural del país.

El logotipo de Larousse sobre un fondo blanco.

La semilla de Larousse sigue germinando en cada lector que abre sus páginas y se deja llevar por la curiosidad y el deseo de aprender. Hoy, como ayer, el objetivo de la editorial sigue siendo el mismo con el que Pierre Larousse comenzó esta apasionante aventura, llevar el conocimiento a los cuatro vientos.