De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y de muchísimos otros países, las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a una educación de calidad. Este es un derecho fundamental y su valor se puede explicar desde muchas perspectivas distintas. En este artículo hablaremos sobre el punto de vista de 3 ciencias sociales.

1. La psicología educativa

En primer lugar, la educación no sólo se trata de la adquisición y transmisión de conocimientos, sino también del desarrollo integral de nuestros hijos. Estar en un ambiente educativo formal, sistemático y en comunidad los ayuda a aprender sobre procesos mentales, emocionales y sociales que influyen directamente sobre su desempeño académico.

Además, desde la psicología, garantizar el derecho a la educación implica forzosamente crear ambientes educativos que fomenten el desarrollo de habilidades socioemocionales, como la autoestima, la empatía y la tolerancia a la frustración.

Gracias al enfoque psicológico en el aprendizaje, también es posible identificar y abordar problemáticas cognitivas o conductuales en nuestros hijos. Esto permite crear una sociedad más incluyente en la que la enseñanza se imparte desde muchos lugares distintos para que todos puedan entender, además que nos proporciona como padres las herramientas para ayudar a los niños.

Dentro de este ámbito podemos encontrar diversos materiales que ayudan a los estudiantes a abordar temáticas personales y emocionales para fortalecer su convivencia en sociedad. Éste es el caso de la colección Hablemos de…, con la que los niños aprenderán sobre las dinámicas de la amistad, del amor, la muerte y el autoestima.

2. La sociología en la educación

Para garantizar el derecho a la educación es necesario analizar varios factores sociales que afectan su acceso y calidad. Cada región presenta diferentes contextos donde las disparidades económicas, étnicas e incluso climáticas influyen directamente en cómo se enseña, cuántos alumnos van a la escuela y la importancia que se le da a la educación en la comunidad.

La educación tiene como consecuencia lógica dentro de la ciudadanía la caída de las barreras entre grupos sociales. Ubica a todos los niños, sin importar sus condiciones, en el mismo nivel, con acceso al mismo conocimiento y oportunidades. Por esto mismo, adaptándose a cada contexto, el derecho a la educación garantiza que nuestros hijos tengan la capacidad de alcanzar su máximo potencial dentro de su comunidad, les abre mayores oportunidades y fomenta la movilidad social.

Los libros de texto tienen un rol primordial en esta tarea, ya que ayudan a, por un lado, homogeneizar el conocimiento e igualar la información para todo un país, y por otro, ayudar a los niños a aprender sobre otros puntos de vista y situaciones a nivel nacional y global. En el catálogo de El Librero encontrarás muchos libros de texto que congregan y comunican el conocimiento desde diversas áreas para todos los grados escolares, como Ciencias y Tecnología. Biología 1, Formación Cívica y Ética 3, entre muchos otros.

3. La neuroeducación

Una de las perspectivas más modernas sobre el aprendizaje es el de la neuroeducación. El derecho a la educación contribuye también al desarrollo y desempeño del cerebro de nuestros hijos. En la escuela es donde se estimula con más intensidad el sistema nervioso para ayudar a diferentes habilidades, como la neuroplasticidad, o la capacidad del cerebro a adaptarse y cambiar.

Además, el reciente foco que se está poniendo sobre la relación entre la enseñanza y la neuroeducación ha permitido transformar varios elementos tradicionales de la educación, dotando de una nueva perspectiva las estrategias de los maestros y presentándonos a los papás avances innovadores que llevan el desarrollo de los niños a otro nivel.

Si te interesa aprender más sobre este tema, no puedes dejar de leer Neuroeducación de Francisco Mora. En esta obra, el especialista en medicina y pedagogía explica cómo los profesores deben conocer a profundidad el funcionamiento del cerebro para poder desarrollar mejores estrategias didácticas.

Abordar el derecho a la educación desde diferentes disciplinas, como la psicología, sociología y neurología, nos permite comprender su verdadera complejidad y alcance. La educación integral incluye los conocimientos teóricos, además de tomar en cuenta las emociones, los contextos y el cuerpo.