¿Te has preguntado en qué se parecen los monos y los humanos? ¿Podríamos convivir en la vida diaria? ¿Cómo se comportaría un mono en las actividades diarias de humanos? En este libro encontrarás las respuestas a estas y otras curiosas cuestiones.

Datos interesantes sobre los monos

En el libro ¿Puede un mono esquiar en el agua?... y otras preguntas, de la zoóloga y autora infantil Camilla de la Bédoyère y el ilustrador estonio Aleksei Bitskoff, se encuentran condensados divertidos e interesantes datos sobre los monos.

Siguiendo la historia de Mona, una mona capuchina, mientras avanzamos en la lectura nos preguntamos qué pasaría si nos acompañara en nuestras actividades diarias. Encontraríamos tanto similitudes con las actitudes de los pequeños como diferencias muy grandes.

La importancia de reconocerse en los animales

La vida silvestre puede parecerle a los niños algo muy lejano, ya que probablemente sólo tengan contacto con ella a través de la televisión o visitando un zoológico. Debido a esta distancia, pensar que los animales son únicamente esos seres que viven en selvas recónditas y que no tienen nada que ver con la vida de un pequeñín.

No hay nada más alejado de la verdad que esta percepción, ya que el ecosistema del mundo entero está equilibrado gracias a la existencia de todos los seres vivos, desde los insectos más extraños y ajenos al ser humano, hasta los graciosos monos con los que compartimos un mismo árbol genealógico y algunas características.

Partiendo de esta idea, en ¿Puede un mono esquiar en el agua?... y otras preguntas, se plantean diferentes cuestiones que sitúan a los humanos y a los monos capuchinos en el mismo escenario.

¿Podría la mona disfrutar de un baño en una tina? ¡Claro que sí! Le gustaría sentir el agua tanto como a los niños jugar en ella. También podría divertirse en una feria ganando todos los premios de fuerza y puntería, o utilizar palillos chinos para comer fideos, porque recordemos que también tiene dedos como los nuestros, incluidos los pulgares.

Pero las diferencias también importan

Aunque reconocerse en eso que parece tan distante es muy valioso para la admiración y conservación de la vida silvestre, también es importante saber que los animales no son iguales a los seres humanos.

Respetar y reconocer esas diferencias hace que los niños puedan interesarse por conocer con mayor profundidad a animales como los monos, las ballenas o los peces que, aunque comparten el mismo mundo, viven vidas muy distintas.

Por ejemplo, aunque Mona pudiera comer fideos, en realidad preferiría agregarle insectos a su plato porque le encantan. Si tuviera que ayudar a colgar la ropa en el tendedero, es verdad que tendría las habilidades, pero lo suyo sería colgarse de la cuerda para divertirse. Y si quisieras cepillarla como a un perrito, preferiría embarrarse cosas apestosas por todo el cuerpo para sentirse bien.

Hay muchas cosas que unen a todos los seres vivos en el mundo. Reconocerse en la vida silvestre ayuda a los niños a ser conscientes de su entorno y a cuidar el medio ambiente. Saber sus diferencias también les ayudará a admirar a los animales, estudiarlos y tratarlos con el respeto que toda vida merece.