El ejercicio de una paternidad adecuada es necesario para el buen desarrollo de los niños. Sin embargo, la afirmación de que alguien es un buen padre” puede resultar demasiado subjetivo como para poder seguir consejos y metodologías que logren un desarrollo armónico de los hijos. Es por eso que resulta importante conocer cómo diferentes investigaciones y puntos de vista intentan describir cuáles son los atributos en un gran padre. 

Afectividad física y emocional: no más estereotipos de género 

En nuestra sociedad actual se está intentado romper con los dictados patriarcales en los que habíamos crecido para darle entrada a nuevas estructuras familiares que no están dictadas por roles de género. De acuerdo con el psicólogo español Luis Manuel Estalayo, la paternidad adecuada se caracteriza por la incorporación en los papás de rasgos tradicionalmente asociados con lo femenino, como son el afecto físico y emocional, la paciencia, la ternura y el rechazo a la violencia. Un gran padre no teme al contacto emotivo que puede tener consigo mismo y con sus hijos, no rechaza las emociones de los demás y ejerce una crianza respetuosa.  Por otro lado, investigaciones antropológicascomo la de la chilena Olga Fernández señalan que las madres identifican a un gran padre como alguien con afectos positivos, que expresa sus emociones de forma abierta, que es cariñoso y que se preocupa e interesa por las necesidades de sus hijos. 

Trabajo en equipo: los roles en casa 

Se espera que los padres participen activamente en actividades que tradicionalmente han sido encargadas a las madres, tales como las tareas domésticas, el cuidado y crianza de los hijos, y la participación en conflictos de la vida familiar cotidiana. Estas participaciones abarcan desde poner el ejemplo haciendo labores del hogar como lavar los trastes, la ropa, limpiar la cocina, hasta cambiar pañales, elegir la ropa de los hijos y enseñarlos a comer un poco de todos los alimentos. Es decir, un buen padre trabaja en equipo con los demás miembros de la familia para educar, querer y cuidar de sus hijos. 

Proteger a los hijos, pero no desde la violencia 

En las investigaciones del psicólogo Jorge Barudy y la pedagoga Maryorie Dantagnam se afirma que una de las características para ser un gran padre son los aportes protectores que brinda a los hijos. Es capaz de ayudarlos cuando se sienten lastimados o confundidos, y de ofrecerles una explicación del mundo que les rodea, pues se responsabiliza de sus futuros.  En esta misma demostración de qué es el mundo, debe explicarle cuáles son las normas que guían a la sociedad. Es importante que colabore en establecer límites y normas con los hijos, así como demostrar que son una autoridad, pero siempre desde el amor y no desde el miedo.  Queda claro que no existe un manual de cómo ser un gran padre, pero sí existen muchos libros, investigaciones y artículos que ayudarán a acercarse cada vez más a una buena crianza. Lo que sí subyace en todas las investigaciones es la necesidad de paternar desde la ternura, la curiosidad y el amor por la familia