La literatura rusa es parte fundamental de la biblioteca de todo amante de la narrativa. Dentro de su cánon se encuentran varias de las mejores obras que se han escrito en la historia. Algunas pueden parecer imponentes debido a su larga extensión y a la complejidad de todas las subtramas que los componen.

Aquí encontrarás algunas estrategias de lectura especialmente útiles para facilitar y comprender la lectura de las grandes novelas rusas. Además, puedes emplear estos consejos para leer toda clase de libros de gran extensión.

Lee en fragmentos

Encontrarnos con libros de grandes extensiones puede parecer tan abrumador que, incluso atrevernos a abrirlos es toda una hazaña. Pero todas las obras se pueden dividir en secciones más pequeñas que se adaptan al tiempo y velocidad de cada lector.

Revisa el libro y analiza si la extensión de los capítulos. Te puedes proponer un capítulo al día o a la semana. Si aun así parece un rango demasiado amplio, fracciona la obra en páginas. Cualquier cantidad es válida, desde 5 hojas todas las mañanas, hasta 50 cuartillas al día.

Si tienes poco tiempo para acabar el material, divide el número de páginas que tiene entre los días que tienes para terminarlo. Si no hay prisa, puedes adaptar los rangos de lectura a tu estilo de vida, verás cómo pasa el tiempo y avanzas poco a poco.

Existen libros que incluso ayudan con esta tarea, como la edición de Guerra y paz de León Tolstoi que Alianza publica en estuche para facilitar no sólo la manipulación del libro, sino su lectura.

Anota todos los nombres

Los nombres rusos están compuestos del nombre propio, del patronímico (o apellido del padre) con una terminación distinta según sea hombre o mujer, y el apellido familiar (cuando la mujer se casa pasa a ser el del marido).

Es por esto que para los hablantes del español puede resultar muy complicado recordar todos los nombres de los personajes y cuál es su función en la trama.

Para evitar esta confusión, puedes anotar en una libreta los nombres de los personajes como van apareciendo, su función y señalar su relación con los demás. Gracias a esta estrategia, por ejemplo, cuando te encuentres en la página 700 de Ana Karenina de León Tolstoi, tendrás bien claro que el príncipe Stiva Arkadyevich Oblonsky es el hermano de Ana Arkadyevna Karenina (que tiene el apellido de su esposo Alexey Alexandrovich Karenin) y no de su esposa, la princesa Darya Alexandrovna Oblonskaya.

Construye esquemas

Los nombres de los personajes también se pueden organizar en árboles genealógicos. Además, te resultará útil hacer esquemas de todo lo que va pasando en la historia principal, así como en las líneas argumentales que se desprenden de ella.

Las novelas rusas suelen construirse a partir una columna vertebral alrededor de la cual giran otras historias y personajes secundarios, que al final terminan por influir en el desenlace.

Lograr recordar todos estos pasadizos de la trama resulta muy complicado si sólo se utiliza la memoria, sobre todo cuando lees un solo libro durante un tiempo prolongado y no de un día a otro.

Elaborar un esquema de cada una de estas historias, los personajes que participan, así como el momento en el que ocurren en relación con la trama principal, ayudará a que no te desesperes y tengas claro qué está pasando todo el tiempo.

Un ejemplo de cómo lograr esto se puede ver en El maestro y margarita de Mijail Bulgákov. Este libro está dividido en dos grandes bloques que se van intercalando: la biografía de Poncio Pilatos escrita por el maestro, así como la historia de Margarita que a la vez se entremezcla con las aventuras del diablo en Moscú. Sin varios esquemas de cada historia, esta obra maestra de la fantasía y la comedia perdería todo su atractivo.

Ten un diccionario a la mano

Muchas traducciones de los clásicos rusos conservan varias de las palabras en el idioma original debido a que son difíciles de traducir o a que suena mejor.

La mayoría de las ediciones se dan a la tarea de traducir ciertas palabras sólo la primera vez que aparece. Además, puedes encontrar otros términos del español poco usuales o que simplemente desconoces su significado por lo que es más fácil tener un diccionario cerca para consultar el significado de cada palabra.

Fiódor Dostoyevski seguramente encabeza tu lista de autores rusos que quieres leer, en sus obras más famosas, como Los hermanos Karamazov, no sólo existen las típicas palabras para referirse a “señor” o “señorita”, también recurre a terminologías como la moneda de esa época y vocabulario político y religioso. Es en estas situaciones que el diccionario es tu aliado perfecto.

Con estas estrategias de lectura ya no existen excusas para no aventurarse en el interesantísimo y bello mundo de la literatura rusa, sin importar su extensión. Gracias a las herramientas, los libros pasarán a ser un proceso dinámico a través del cual podrás aprender nuevas palabras o simplemente pasar un buen rato.