La Feria Internacional del Libro de Guadalajara amaneció este sábado con energía de festival mágico. Coronas de rana, filas que parecían profecías en movimiento y lectores que no necesitaban más brújula que el humor caótico de Aliada del Villano. La presentación de la novela de Hannah Nicole Maehrer, realizada el sábado 6 de diciembre a las 10:30 de la mañana, tomó por asalto, junto a la fantasía romántica, la Expo Guadalajara.

Un fenómeno que nació en redes siendo asistente y llega a la FIL como aliada

La historia de Evie que comenzó con Asistente del Villano es una mezcla de romance, magia ligera y descaro narrativo que encontró en TikTok un impulso decisivo, lo que la colocó rápidamente en el radar de lectoras y lectores jóvenes, además de libreros atentos y editores que ya no subestiman la potencia de las comunidades en línea.

La mitología que Maehrer construye donde conviven villanos melancólicos con mandíbula cincelada, aprendices atrapadas en desastres mágicos y ranas criticonas que se roban la escena, conecta con una sensibilidad lectora que abraza el humor sin renunciar al romance.

Las tercera entrega de la saga, Aliada del Villano

Sí, la novela tiene chistes sobre bollitos homicidas y criaturas con corona. Pero debajo del encanto caótico, el libro apunta a preguntas más serias disfrazadas de ligereza: las tensiones del poder, la vulnerabilidad que se filtra incluso en los personajes más siniestros y hasta , el peso de las expectativas laborales.

Evie Sage, la protagonista, se mueve entre torpezas encantadoras y decisiones que la superan, pero esa contradicción es parte de su atractivo. Es imposible no identificarse inmediatamente con alguien tan humana, cómica y a veces políticamente incorrecta.

El Villano, por su parte, funciona como un contrapunto complejo: oscuro pero no hueco, intimidante pero lejos de la caricatura. La novela juega con el tropo del grumpy and sunshine sin caer en la parodia vacía, y esa tensión tanto romántica como narrativa y emocional es el anzuelo que atrapó al público.

Un reino temporal en plena FIL

La cita de las 10:30 se convirtió en un pequeña convivencia desde varios minutos antes. Con la sala llena, lectoras asistentes con coronas improvisadas y más de una rana artesanal bailando al ritmo de Taylor Swift. Lo que podría haber sido una presentación rutinaria adquirió un tono festivo, cómplice, casi teatral.

La autora, Hannah Nicole Maehrer, fue recibida con aplausos entusiastas, algunos muy por encima del volumen habitual de una presentación matutina. Y acompañada de una verdadera “guardia de honor”. La presentadora Michelle Ortiz (@morraquelee) advirtió sobre algunos spoilers que se vendrían ya que éste es el tercer libro de la saga que consta de Asistente del Villano, Aprendiz del Villano y ahora nos trae Aliada del Villano.

Los comentarios de Maehrer sobre la evolución de Evie y su accidentada pero no por eso menos candente travesía con el Villano arrancaron risas constantes y la manera en que el humor puede servir como mecanismo de supervivencia. “Evie represent what I want to be” dice Hannah cuando Michelle le pregunta por la creación de su heroína.

La FIL como territorio para nuevos reinos fantásticos

La Feria Internacional del Libro de Guadalajara ha sido, durante décadas, una plataforma para la tradición literaria y un punto de encuentro para voces consolidadas. Pero en los últimos años también ha demostrado su capacidad para abrazar lo inesperado. Hoy quedó claro que la fantasía romántica dejó de ser un nicho para convertirse en un espacio central dentro de la conversación lectora contemporánea.

Que Aliada del Villano tuviera una recepción tan efusiva habla de una transformación silenciosa: la literatura juvenil, la fantasía y sus híbridos ya no buscan permiso para estar en el programa principal; llegan, llenan salas y marcan agenda. Los lectores jóvenes, con su combinación de ironía, emoción y debates encendidos sobre personajes ficticios, están moldeando un nuevo tipo de fenómeno cultural.

La FIL, al apostarle espacio y visibilidad a estos títulos, reconoce un movimiento generacional. Las viejas jerarquías del canon conviven ahora con narrativas que combinan humor, romance y mundos alternativos, donde una rana malhumorada puede ser tan relevante como un héroe clásico. Y este año, esa convivencia, además de natural, se siente necesaria.

Si algo quedó en el aire tras el evento, fue la certeza de que los mundos caóticos pueden organizar comunidades, generar diálogo y recordar que la literatura puede ser ligera sin perder filo, cómica sin perder inteligencia y fantástica sin perder humanidad.