¿Cómo era la ciencia ficción en sus inicios, digamos, en el siglo XIX? Podríamos pensar que imaginar el futuro en esa época era un poco difícil. Precisamente por eso es tan asombroso imaginar que un novelista podría predecir con tanta precisión los gadgets que hoy llevamos en el bolsillo o los viajes que realizamos al espacio exterior. Así es la magia de Julio Verne, un visionario que se atrevió a imaginar tecnologías y descubrimientos mucho antes de que la humanidad estuviera preparada para ellos.

Considerado uno de los padres de la ciencia ficción, Verne cautivó a generaciones con sus relatos de aventuras y exploración, a la vez que sembró las ideas que inspirarían a científicos e inventores a transformar la imaginación en realidad. En este artículo enlistamos diez predicciones asombrosas de Verne que hoy forman parte de nuestra vida cotidiana, demostrando que, en ocasiones, la ficción es el preludio de un futuro tangible.

1. Submarinos eléctricos

Uno de los elementos más distintivos de la literatura de aventuras de Julio Verne es el viaje bajo el mar de Veinte mil leguas de viaje submarino. Y por supuesto, el Nautilus, un submarino futurista capaz de sumergirse a grandes profundidades y recorrer los océanos del mundo. Lo más sorprendente es que describió un submarino impulsado por electricidad, una tecnología que en su época era por completo incipiente.

Hoy en día, los submarinos nucleares y los vehículos submarinos autónomos son una realidad, lo que demuestra la notablemente acertada visión de Verne sobre la exploración submarina.

2. Videoconferencias

Aparte de contar la historia de un escritor en una época en la que las letras han sido dominadas por la ciencia y de crear uno de los primeros antecedentes de las distopías futuristas, en su llamada “novela perdida”, París en el siglo XX, Verne anticipó la posibilidad de comunicarse a distancia a través de imágenes y sonido.

En dicha novela describe un sistema de comunicación que permitía a las personas verse y hablar entre sí sin necesidad de estar físicamente presentes, una idea que hoy en día se materializa en las videoconferencias que utilizamos a diario para trabajar, estudiar y mantenernos en contacto con nuestros seres queridos.

3. Internet

Sin duda, Julio Verne estaría fascinado con la magnitud del monstruo de comunicación interconectada e intercambio de información que es el Internet de la actualidad. Porque para que la idea de las nuevas comunicaciones instantáneas se materializara incluso en la ficción, Verne anticipó en la misma novela el esbozo de la idea de una red global de comunicación que conectaría a personas de todo el mundo.

Aunque no utilizó el término "internet" como tal, su descripción de un sistema de intercambio de información a gran escala es sorprendentemente similar a la red mundial que utilizamos hoy en día.

4. Viajes espaciales

Una de las obsesiones de la literatura de Verne era la tecnología para viajar, ya fuera al centro del planeta o alrededor de él, pero tal vez nunca fue tan lejos como en la novela en la que viajó al espacio. En De la Tierra a la Luna, Julio Verne describió con asombroso detalle el lanzamiento de un cohete tripulado hacia nuestro satélite natural. Calculó la velocidad de escape necesaria para abandonar la gravedad terrestre y describió las sensaciones que experimentarían los astronautas durante el viaje.

Sorprendentemente, sus cálculos eran muy cercanos a los utilizados en las misiones Apolo décadas después. Además, Verne anticipó el uso de velas solares para propulsar naves espaciales, una tecnología que actualmente se está investigando y que podría revolucionar la exploración espacial.

5. Helicópteros

Un antecedente de los helicópteros tal y como los conocemos, además del famoso modelo de la máquina voladora de Leonardo Da Vinci, es la máquina voladora con hélices capaz de despegar y aterrizar verticalmente desarrollada por un inventor en la novela de Verne Robur el conquistador.

Esta descripción se ajusta perfectamente a la de un helicóptero moderno, un vehículo que se ha convertido en una herramienta indispensable en diversas áreas, desde el rescate de personas hasta el transporte de mercancías pero que en la novela transporta al protagonista y dos rehenes en un viaje alrededor del mundo.

6. Armas eléctricas

El uso de la electricidad era una de las tecnologías más novedosas del siglo XIX por lo que es normal que un escritor de ciencia ficción, y sobre todo alguien tan visionario como Verne, imaginara todas las aplicaciones posibles.

En Veinte mil leguas de viaje submarino, Verne describió un arma que disparaba “balas eléctricas” capaces de aturdir a sus objetivos. Aunque en la época de Verne no existían armas de este tipo, hoy en día contamos con pistolas Taser y otras armas no letales que utilizan descargas eléctricas para incapacitar a los agresores.

7. Hologramas

El precedente de esta tecnología tan peculiar viene de una historia en la que Verne no deja la ficción especulativa, pero se aleja del tópico científico, una obra de fantasía y de amor vampírico. En El castillo de los Cárpatos, Verne describió proyecciones tridimensionales que parecían reales pero que son descritos como una “ilusión óptica”.

Aunque los hologramas que imaginó Verne eran más rudimentarios que los que podemos crear hoy en día, su idea de crear imágenes tridimensionales en el espacio ha sido una fuente de inspiración para científicos e ingenieros.

8. Automóviles modernos

Cuando Julio Verne le presentó su segunda novela al legendario editor de su obra, Pierre-Jules Hetzel, este se negó a publicarla con la excusa de que era muy mala y que nadie leería una visión tan pesimista (¡ah! si alguno de los dos leyera cualquier tipo de literatura distópica hoy en día...). Remató su crítica invitando al escritor a intentarlo en veinte años, momento en el que aparece el primer automóvil con motor de combustión interna.

En París en el siglo XX, Verne predijo la proliferación de vehículos autopropulsados que reemplazarían a los caballos. Además, describió vehículos eléctricos, anticipándose a una tendencia que hoy en día es fundamental para combatir el cambio climático.

9. Conquista de los polos

La especulación de Verne en cuanto a viajes iba de la mano de una creatividad soñadora que llevaba sus historias a destinos inimaginables como la luna o el centro de la tierra, pero también pudo ver el futuro relativamente cercano de la exploración terrestre.

En novelas como Las aventuras del capitán Hatteras y La esfinge de los hielos, Verne describió las dificultades y peligros de explorar las regiones polares. Sus relatos inspiraron a numerosos exploradores, como Robert Peary y Roald Amundsen, quienes finalmente lograron alcanzar los polos geográficos —norte y sur, respectivamente—.

10. Noticieros audiovisuales

Pero uno de los inventos que Julio Verne vislumbró con mayor claridad y una extraordinaria precisión fue el formato de los noticieros actuales. Aunque con nueve siglos de diferencia, en el relato “En el siglo XXIX: La jornada de un periodista americano en el 2889”, publicado en 1889, Verne imaginó periódicos que transmitirían imágenes y sonidos en tiempo real, lo que permitiría a las personas estar informadas de los acontecimientos del mundo de forma instantánea.

Esta visión se hizo realidad con la invención de la televisión y, posteriormente, de internet, que nos permiten acceder a noticias de todo el mundo en cualquier momento y lugar.

Julio Verne demostró con toda su obra, fruto de su capacidad de observar el mundo con ojos curiosos y de preguntarse constantemente qué podría ser, que la ciencia ficción es la prueba de que la imaginación es el primer paso hacia la innovación. Porque, como bien lo auguró él mismo, aunque el mundo haya cambiado mucho desde su época, prevalece su visión de que el futuro no es algo que nos sucede, sino algo que construimos.