Hablar de la Divina Comedia puede hacernos pensar en una obra de teatro muy entretenida y donde las risas no faltan, pero ¿en realidad es una obra cómica? La respuesta es no. Entonces ¿qué es? Encontrarás la respuesta a esta pregunta y otros datos curiosos en esta nota.

El nombre de la Divina Comedia

Dante tituló simplemente “Comedia” a su obra tomando en cuenta los géneros griegos clásicos donde las comedias hacían referencia a los desenlaces positivos en contraposición a las tragedias donde el protagonista, regularmente, muere. Posteriormente, otro italiano llamado Giovanni Boccaccio lo cambió a Divina Comedia en alusión a su carácter religioso.

Estructura del poema

Divina Comedia está construida en tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso. A su vez, cada una está compuesta por 33 cantos construidos por tercetos endecasílabos. En total suman 99 cantos más un canto introductorio para un total de cien.

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La numerología en Divina Comedia

Los números no son casualidad en el poema de Dante: el número tres remite a la Santísima Trinidad y lo encontramos en las tres bestias que encuentra el protagonista en el canto introductorio; las tres partes que componen el poema y los tercetos endecasílabos. Los 33 cantos de cada parte nos recuerdan a la edad de Cristo cuando murió en la cruz. Otros números de importancia son los nueve niveles del Infierno, Purgatorio y Paraíso; el cuatro, referente a los elementos (tierra, agua, aire y fuego); el siete, que hace alusión a los pecados capitales o el número cien, el total de cantos.

¿Quién es Beatriz?

Beatriz es la musa de Dante. En realidad, el poeta la conoció cuando tenía nueve años y ella ocho. A partir de entonces, la vio no más de dos veces. Él la idealizó hasta el punto de llevarla a sus escritos. En Divina Comedia, Beatriz representa el amor; ella es quien llama a Virgilio para que lo acompañe al Infierno y después ella lo guía al Paraíso.

Dante y Beatriz (1884), Henry Holiday.

El guía Virgilio

El poeta clásico Publio Virgilio Marrón murió el 19 a. de C., muchos siglos antes de que Dante escribiera la Divina Comedia. Virgilio se encuentra en el Purgatorio porque, al ser un romano precristiano, es un pagano que no puede acceder al Paraíso. A través del Infierno, Virgilio guía, aconseja y protege al poeta.

Virgilio con Dante. Joseph Anton Koch. 1828.

Dante eligió a Virgilio como el guía porque lo consideraba uno de los mayores poetas de la Antigua Roma. La Divina Comedia hace numerosas referencias a la Eneida, la mayor obra del poeta clásico.

El Infierno de Dante

El primer capítulo narra el paso de Dante, acompañado por el poeta Virgilio, en el Infierno. De las tres que conforman al poema, ésta es la más leída y recomendada. A menudo se puede encontrar esta parte de forma independiente a las otras dos, aunque es justo decir que, para comprender la Divina Comedia, corresponde leerla por completo.

Los nueve círculos del infierno

En el poema, Dante estructura el Infierno en nueve círculos en total. Cada uno alberga almas que cometieron determinados pecados y menciona personajes históricos o conocidos de la aristocracia florentina atrapados y castigados. Por ejemplo, en el segundo círculo, correspondiente a la lujuria, Dante y Virgilio encuentran a personajes lujuriosos, entre ellos Helena, Paris y Cleopatra que tienen como castigo ser golpeados y arrastrados por el viento eternamente. Los 9 círculos del Infierno son:

  1. Primer círculo: limbo
  2. Segundo círculo: lujuria
  3. Tercer círculo: gula
  4. Cuarto círculo: codicia
  5. Quinto círculo: ira
  6. Sexto círculo: herejía
  7. Séptimo círculo: violencia
  8. Octavo círculo: fraude
  9. Noveno círculo: traición

El adjetivo “dantesco”

Una de las razones por las que destaca el capítulo “Infierno” sobre los otros dos es por las descripciones que hace el poeta de los castigos que sufren las almas a causa de sus pecados. Estas imágenes sangrientas y desalentadoras inspiraron cientos de representaciones a lo largo de 700 años. Por su particularidad, los hablantes del español comenzamos a describir como “dantescos” aquellos hechos catastróficos o imágenes que causan horror.

Ésta de Cátedra mantiene la estructura en verso de la Divina comedia.

Fuente de inspiración

La Divina Comedia, también ha inspirado a numerosos artistas de diversas épocas y estilos a representar alguno de sus pasajes. Tenemos a pintores como Salvador Dalí, Sandro Botticelli, Gustav Dore, William Blake, Rossetti o Delacroix, entre los más conocidos. Además, existen obras cinematográficas que han adaptado la Divina Comedia en mayor o menor medida. El Infierno (1911) del italiano Francesco Bertolini es una adaptación fiel de la primera parte del poema. Otras obras como La nave de Satán (1935), La comedia (1980) o Nuestra música (2004) de Jean-Luc Godard, son cintas que retoman y adaptan la obra de Dante. Asimismo, ha inspirado grabados, esculturas, cómics y hasta videojuegos.

Referencia de Von Trier a Dante y Virgilio en su película La casa que Jack construyó. Fuente de imagen: Filmin.

La Divina Comedia se mantiene vigente porque trata sobre algunas preocupaciones que la sociedad mantiene hoy en día. Además, de esta obra se desprende mucho del imaginario que tenemos sobre el infierno. Por estas dos razones, su lectura te resultará más familiar de lo que imaginas (aunque no te cause mucha risa).