Sin duda alguna es difícil encontrarse con alguna persona que no conozca, sea de oídas o porque llegó a ver el libro o la película, a Harry Potter. Menos aún luego de 25 años desde la primera vez que salió la primera entrega de la saga: Harry Potter y La piedra filosofal de la mente de J. K. Rowling. Y esta fama tan grande del mago Potter nos ha dejado un legado inmenso, incluso para quienes no son (o no han sido) potterheads.  

La importancia de los apuntes o de lo que escribes 

Hermione Granger podría ser una de las hechiceras más ñoñas que jamás haya conocido Hogwarts, y es ella quien enseñó a la generación de los millenials cómo llevar a cabo una gran organización de tus apuntes para poder estudiar antes de los exámenes. 

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Cuidar los cuadernos como si fuesen tu propia vida 

Pero no sólo ella nos dio la lección de que las palabras tienen una importancia crucial para repasar los escritos. Del otro lado de la mesa, tenemos a Tom Riddle, mejor conocido (luego de unos encantamientos para operarse la nariz) como El-que-no-debe-ser-nombrado, y quien llevó un diario para anotar tanto lo que pasaba en su vida como para ocultar uno de los fragmentos de su alma. Es decir, Tom llevó la palabra escrita, y las libretas, a otro nivel. 

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Repasar los pensamientos para resolver conflictos 

Otro gran logro de la narrativa de Rowling fue habernos llevado a un artefacto capaz de permitirnos leer nuestros propios pensamientos: El pensadero. Como bien se sabe, El pensadero es una herramienta que Dumbledore, el mentor de Harry Potter, controla para poder revisar sus ideas y recuerdos mucho mejor de lo que puede hacerlo en su mente, y todo esto con el fin de darle solución a un problema que parecía irresoluble: encontrar a Voldemort. 

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Saber dónde se encuentra uno para hallar lo que quiere 

Y, como todo mundo sabe pero casi todos olvidan, Harry Potter nos enseñó que es posible perderse muchas veces en el camino y que es mejor llevar un “mapa del merodeador”. Pero no tanto como para evitar a los profesores o personas indeseadas (con bloquearlos de redes basta), sino para saber dónde se encuentra uno, con quién está y hacia dónde ir para obtener lo que se quiere.  Sabemos que aún hay más enseñanzas que nos quedan por decir del legado de esta saga tan maravillosa llamada Harry Potter, pero como no queremos decirlo todo tampoco, esperamos que sus comentarios nos lleguen gustosos para abonar a este “pensadero” y podamos mantener vivo el legado que El-niño-que-sobrevivió, junto con sus amigos, amigas y criaturas mágicas, nos ha dejado (y a las siguientes generaciones).