El otoño está de vuelta. El follaje ha cambiado, la temperatura ha caído y las universitarias preparan su cosplay de Han Solo.

Ésta es la temporada de los sustos, de lo macabro, lo extraño y paranormal. Así que, ¿por qué no resguardarte de los espíritus maliciosos con un buen libro de terror? Acurrúcate en el sofá, toma tu frazada favorita, la bebida caliente de tu elección (de preferencia algo con pumpkin spice) y disfruta de las recomendaciones spooky que tenemos para ti.

1. Frankenstein o El moderno Prometeo – Mary Shelley

Ya sé, ya sé. Iniciamos fuerte. Después de todo, hablamos de la novela emblemática del género gótico y de la literatura de terror en general. Dato curioso, aunque muchos creen que Frankenstein o El moderno Prometeo fue la obra que inauguró el género, fue en realidad la obra de Horace Walpole, El castillo de Otranto, la que puso las bases que influyeron considerablemente el estilo y ambientación de la novela de Shelley.

A pesar de que, en el 2024, es poco probable que la persona promedio encuentre esta novela aterradora (habiendo sido desensibilizados al terror de antes, gracias a cosas como películas gore, videos en la dark web o el “Pago para no generar intereses”), no está de más regresar al punto de partida, apreciar el largo camino que hemos recorrido y maravillarnos con los temas y simbolismos de esta novela, que han superado el paso del tiempo. Frankenstein o El moderno Prometeo es una obra que nos habla sobre la ambición del ser humano de alcanzar un estatus divino, pero también de lo peligroso que es ir en contra del orden natural.

2. La ley del hambre - Ana Ballabriga & David Zaplana

¿Alguien aquí no ama las historias sobre monstruos?

Sean aquellos debajo de la cama, en el closet o provenientes del folclor local, nada es tan efectivo para acelerar el corazón y causar escalofríos, como la amenaza de una bestia feroz con antojito de carne humana.

Es esto lo que La ley del hambre aprovecha para enganchar a sus lectores. Al vivir en la relativa seguridad de nuestras ciudades y encontrarnos en la cima de la cadena alimenticia, las personas tenemos poco que temer salvo por otras personas. Es por esto por lo que la idea de un ser voraz, una fuerza imparable de la naturaleza, tal y como lo es aquel que acecha las páginas de esta novela, causa tanto terror en lo más profundo de nuestra psique.

3. Carmilla – Joseph Sheridan Le Fanu

Pocas obras literarias logran explicar tan bien la íntima relación que existe entre el miedo y el placer, como lo hace esta novela de 1872. Una de las primeras historias de vampiros en la literatura (antecediendo incluso al mismísimo Drácula), Carmilla estableció la estructura base de casi todos los relatos de vampiros que le siguieron.

No sólo eso, la obra desafía la idea victoriana de las mujeres como un objeto para ser poseído por los hombres, empoderando a sus personajes femeninos y reconociendo su humanidad (o vampiridad) a través de sus deseos sexuales y la intimidad emocional que comparten sus protagonistas. Jane Austen estaría orgullosa.

4. Drácula – Bram Stoker

El primo famoso de Carmilla y padre de todos los vampiros, Drácula de Bram Stoker es quizás la obra y figura más reconocible en todo el género del terror, sino es que de la ficción en general.

Pero entendemos que a veces estos libros de hace dos siglos no son el gusto de todos. Por eso tenemos una propuesta para hacer su lectura una experiencia mucho más entretenida.

Gracias al formato epistolar de la novela, es decir, que está escrita como una serie de cartas, te recomendamos leer cada una en el día en que sucede dentro de la historia. Es decir, lee la carta del 9 de mayo en el día 9 de mayo, la del 11 de agosto en el 11 de agosto y así sucesivamente. Lo ideal es iniciar esto el día 3 de mayo, aunque no te preocupes si esa fecha ya se te pasó. No tienes que esperar al próximo año para comenzar, sólo inicia a leer de forma regular y comienza la dinámica en la fecha actual.

El resultado, como ya te imaginarás, será una experiencia inmersiva y una forma completamente diferente de vivir esta novela.

5. La casa al final de Needless Street – Catriona Ward

No todo es monstruos y vampiros dentro del género del terror. En algunas ocasiones, no hay ser más aterrador que el mismísimo hombre. La casa al final de Needless Street va un paso más allá, creando sustos a través de la incertidumbre y narración abstracta.

Nos transportamos a la mente de Ted, un hombre solitario, así como la de su hija, su gato y la de la mujer quien sospecha que éste es en realidad un asesino serial (Ted, no el gato). Los cambios de perspectivas y brincos en el tiempo que presenta la obra de Ward sirven para desorientar al lector y crear un sentimiento de incomodidad. Nada es lo que parece en esta obra y más de una sorpresa espera detrás de cada página.

6. En las montañas de la locura – H. P. Lovecraft

Muchos han intentado, sin suerte, replicar el estilo de H.P. Lovecraft para el terror. Y es que no cualquier autor puede presumir haber inventado una manera diferente de espantar a sus lectores. El terror cósmico de Lovecraft es una particularidad en sí mismo. Se aprovecha de nuestro miedo a lo desconocido, a la inmensidad incomprensible del espacio exterior y los titanes que pueden habitarlo, para causarnos pesadillas existenciales de las que difícilmente uno puede escapar.

En las montañas de la locura describe la historia de los Antiguos, seres incomprensibles por nuestras mentes humanas; colosales, salidos de las tinieblas, quienes son la base del lore inventado por Lovecraft.

Piensa en estar flotando en mar abierto. No hay tierra ni un bote a kilómetros a tu alrededor. Nada más que tú, el agua y la inmensidad. Miras hacia abajo y pasando tus pies puedes ver un abismo. No tienes idea de lo que puede estar ahí, pero eso sí sabe que tú estás allá arriba. Multiplica esa sensación por un número inimaginable, y quizás te acerques a comprender los horrores que en este libro Lovecraft nos presenta.

7. Imaginary friend – Stephen Chbosky

Si te gusta Stephen King, pero no quieres leer a Stephen King, entonces tengo lo que necesitas. Imaginary friend tiene todo el espíritu de las obras del Rey del Terror, pero a la vez le da suficiente personalidad para crear una identidad propia.

La obra de Chbosky (autor también de la aclamada novela juvenil Las ventajas de ser invisible, para la cual también escribió el guion y dirigió su adaptación cinematográfica, protagonizada por Logan Lerman y Emma Wattson) sigue a una madre y su hijo de 8 años, quienes están escapando de una relación abusiva. Encontrándose en una comunidad rural donde esperan crear una nueva vida, las cosas dan un giro inesperado cuando el pequeño Christopher se adentra al bosque contiguo a su escuela, donde desaparece por seis largos días.

Por fortuna, Christopher es encontrado a las afueras del pueblo, pero no es el mismo de antes. Él acredita el haber sobrevivido a su aventura gracias a su amigo imaginario, quien ahora habla directamente en su cabeza. Y es con este hecho, que nada en el pueblo volverá a ser lo mismo.

8. Otra vuelta de Tuerca – Henry James

Volviendo al terror gótico, no podemos terminar este listado sin incluir el rompecabezas psicológico que es Otra vuelta de tuerca por Henry James. La historia fantasmal sobre una institutriz responsable del cuidado de dos niños (ya ahí tenemos un elemento que asustará a miles de millenials) en una mansión donde extrañas ocurrencias no dejan de suceder.

La complejidad psicológica y narrativa ambigua han convertido a esta novela en un clásico indiscutible. Presentando una plétora de temas como la represión sexual, la pérdida de la inocencia, el aislamiento y las dinámicas de poder, todos entremezclados en la historia de una mansión embrujada. Con esto no es sorpresa que esta obra ha sido analizada e interpretada por filósofos y literatos por igual. Aunque, si me lo preguntas, mi interpretación favorita es aquella hecha por Mike Flanagan en la miniserie de Netflix La maldición de Bly Manor (2020).