Históricamente ha existido una brecha de género muy grande en todas las disciplinas, pero especialmente en el mundo de la ciencia. De acuerdo con la UNESCO, actualmente sólo el 33% de los científicos en el mundo son mujeres. Esto significa que como padres tenemos una labor muy importante que hacer para inculcar en nuestras hijas el gusto por la ciencia. Esto será fundamental para su desarrollo profesional, además de que contribuirá a construir una sociedad más inclusiva.

En este artículo te explicamos por qué es importante que las niñas aprendan de ciencia y te damos recomendaciones de cómo despertar este gusto en ellas con ayuda de algunos libros.

La importancia de las niñas científicas

Desde una edad temprana, es esencial cultivar la curiosidad innata de las niñas y brindarles oportunidades para explorar el mundo a través de la ciencia. Los juegos educativos y experimentos simples pueden despertar su interés y mostrarles que la ciencia no es un territorio exclusivo para los hombres.

Un excelente material de apoyo para esto es Los experimentos científicos de Larousse, un libro que integra decenas de actividades que las pequeñas pueden realizar en casa con objetos muy sencillos mientras aprenden y avanzan de dificultad paso a paso.

En nuestras manos está la oportunidad de derribar estereotipos de género y fomentar un ambiente en el que las niñas se sientan libres de perseguir sus intereses científicos sin restricciones. Las niñas deben crecer sabiendo que no hay límites para lo que pueden lograr, ya sea en física, biología, matemáticas o cualquier otra disciplina. La igualdad de oportunidades y el apoyo continuo son fundamentales para derribar barreras sociales.

Nuestras recomendaciones

A continuación, te hacemos algunas recomendaciones para despertar el interés en tus hijas por la ciencia a través de libros y ejercicios interesantes y divertidos.

Experimenten desde una edad temprana

Proporciona a tus hijas juguetes o juegos educativos que estimulen su curiosidad y las invite a experimentar, como kits de ciencia y libros de actividades adaptados a su edad y habilidades. Si tienes hijas muy pequeñas, te recomendamos el Gran libro de Ciencias Montessori, donde encontrarás cien actividades lúdicas para iniciar a las niñas en la ciencia; incluye tarjetas, imágenes, dibujos y experimentos.

Visiten museos y centros científicos

Organiza visitas familiares a museos, planetarios, centros arqueológicos y laboratorios. Exponer a nuestras hijas a entornos científicos reales puede inspirarlas y motivarlas a volverse investigadoras. Además, las ayuda a ver cómo se aplica el conocimiento de forma práctica a nivel profesional.

Fomenta su curiosidad

Anima a las niñas a hacer preguntas, explorar su entorno, experimentar con tu supervisión y emocionarse por nuevos descubrimientos. Mientras más animes sus ansias de aprender, más lo relacionarán con algo positivo y divertido. Detona tu inteligencia ¡divertidamente! es una colección de varios libros que abordan diferentes temas científicos de forma entretenida e invita a las niñas a tener curiosidad por lo que las rodea.

Muéstrale historias inspiradoras

Proporciónales libros, biografías y artículos que destaquen la vida y aportaciones de las mujeres científicas. Las historias reales de mujeres que han superado desafíos y han cambiado el curso del conocimiento pueden ser muy estimulantes para las niñas. Chicas geniales que fueron como tú incluye a varias científicas de las que nuestras hijas pueden aprender mucho.

Desmitifica los estereotipos de género

Habla abiertamente sobre temas de igualdad, inclusión y feminismo con tus hijas y desafía las percepciones erróneas sobre las mujeres. Haz hincapié en que la ciencia no tiene género y que todos tienen el potencial para destacar en este campo.

Grandes mujeres científicas

Como mencionamos anteriormente, tener modelos a seguir de científicas es fundamental para nuestras hijas e hijos por igual. Estas son algunas de las científicas más importantes de la historia y sus aportaciones.

Caroline Herschel

Herschel fue una astrónoma del siglo XVIII, era asistente de su hermano William, el astrónomo del rey, y ella misma se convirtió en una astrónoma reconocida. Descubrió nuevas nebulosas y cúmulos de estrellas. Fue la primera mujer en descubrir un cometa, en ser publicada por la Royal Society y en ser pagada por sus trabajos científicos.

Marie Curie

Fue la primera mujer en recibir un Premio Nobel, en 1903, y algunos años más tarde obtuvo otro, por lo que se volvió la primera persona en recibir dos Premios Nobel de categorías distintas en toda la histoira. A ella le debemos el descubrimiento del radio y el polonio, elementos que la llevarían, lamentablemente, a su muerte.

Lise Meitner

Vivió durante el régimen nazi y fue una de las pocas mujeres que tuvo la oportunidad de estudiar en la Universidad de Viena, donde se doctoró en Física. Descubrió la fisión nuclear que hasta la fecha sigue siendo fundamental para abastecernos de energía. Llevó a cabo sus trabajos con Otto Hahn y, por desgracia, sólo a él le otorgaron el Nobel de Química.

Lynn Margulis

Los conocimientos que tenemos sobre la evolución actualmente sí parten de Charles Darwin, pero se los debemos principalmente a Lynn Margulis, quien se dedicó a darles un giro a través de su estudio sobre microbios y revolucionar por completo la teoría de la evolución.

El camino para iniciar a nuestras hijas en la ciencia es una tarea que va más allá de proporcionar juguetes educativos o visitar museos, también hay que desafiar estereotipos arraigados y fomentar un ambiente que celebre la curiosidad sin restricciones de género. Además, es esencial desmitificar los estereotipos de género, fomentar la igualdad de oportunidades y destacar las contribuciones significativas de mujeres científicas a lo largo de la historia.

Al hacerlo, no solo estamos abriendo puertas para el desarrollo profesional de nuestras hijas, sino también aportando a la construcción de una sociedad más inclusiva y equitativa. La ciencia no tiene género, y nuestras hijas tienen el potencial y la capacidad de dejar su huella en este fascinante mundo del conocimiento.