En este Día del padre resulta importante recordar a esas figuras paternas que influyeron negativamente en nuestros escritores y personajes literarios favoritos. A continuación, te damos una lista de algunos de los peores padres de la literatura universal.

1. Hermann Kafka 

Aunque no es un personaje literario por sí mismo, el padre de Franz Kafka influyó en la forma en que el escritor retrató a la autoridad en sus obras. En “Carta al padre”, Kafka hace un resumen de los métodos de crianza de su progenitor, que resultaron más bien fríos, humillantes y dolorosos. Le recuerda sus castigos sin razón y las consecuencias absurdas que tenían sus travesuras infantiles. Esta incapacidad de comprender de dónde vienen las reprimendas se ve reflejada en otros textos suyos como El proceso y La condena. Aunque el padre como figura literal no es un elemento importante en la literatura kafkiana, sí lo es el padre simbólico, cuyo origen se lo debemos al miedo que le generaba Hermann. [caption id="attachment_1263592" align="aligncenter" width="600"]Cuerpo de texto Aquí podemos ver a Hermann Kafka con Franz. Fuente de imagen: En lengua propia.[/caption]  

2. Pedro Páramo 

La icónica frase: “Yo también soy hijo de Pedro Páramo” da una buena idea de por qué se le incluye en esta lista. Retrato del padre mexicano, Pedro Páramo encarna todas las características negativas que caracterizan a un pésimo papá: mujeriego, tirano, déspota y desobligado. El viaje de Juan Preciado es el de un hijo que va a reclamar a su padre lo que le corresponde: “No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio”, le dice su mamá poco antes de morir. Pero en el fondo también es un viaje para encontrar al papá ausente que abandonó en el olvido a su mujer y a su hijo, es la búsqueda de una figura con la que rellenar la ausencia que Juan siempre vivió.   

3. Fiódor Pávlovich Karamazov 

Padre de una de las mayores obras que escribió Dostoievski, Fiódor Karamazov fue un personaje irresponsable que tuvo varios hijos de matrimonios distintos y con quienes tenía un vínculo distante. Como se sabe dentro de la trama de la novela, la relación tan tensa que tienen los hermanos Karamazov con su padre es uno de los puntos importantes de la obra. Asimismo, nos recuerda que la ausencia del padre también ejerció una importante influencia en la literatura rusa.   

4. Artemio Cruz 

Entre todas las cosas horribles que hizo Artemio Cruz a lo largo de su vida, la de ser mal padre podría resultar la menos importante. Sin embargo, al igual que Pedro Páramo, es un fiel retrato de la figura paterna de la Revolución mexicana: ausente y despreciada. En su lecho de muerte no recibe nada más que interés fingido por parte de su esposa e hija, quienes sólo están preocupadas por el testamento. Esto podría parecer una aberración, pero a lo largo del libro nos enteramos de quién es Artemio Cruz y nos damos cuenta de que está completamente justificado el desdén con el que es tratado. Los padres de las revoluciones no existen: en las casas sólo están las madres y los hijos que no tienen noción de qué es un papá.   

5. El padre de Mizoguchi 

En la novela El pabellón de oro de Yukio Mishima, el protagonista crece con las historias de su padre sobre un templo del siglo XIV llamado Kinkakuji. Es gracias a estas historias, y a la profesión del padre, que Mizoguchi decide volverse monje. Y aunque cualquiera podría pensar que ésta no es razón para ponerlo en esta lista, sus acciones llevaron a Mizoguchi a cometer uno de los actos decisivos de la novela, luego de que Japón pasara por el bombardeo de la Segunda Guerra Mundial. Es decir, también es uno de los peores padres en potencia.