La literatura francesa es una de las más prolíficas e importantes en el mundo. Grandes autores han escrito libros de prosa, poesía y teatro en francés. Sus obras se mantienen vigentes hoy en día gracias a las innovadoras técnicas literarias y los temas que abordan en cada historia.

En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust, Naná, de Emile Zolá, Madame Bovary, de Gustave Flaubert y Los miserables, de Víctor Hugo son 4 novelas francés consideradas verdaderos clásicos de la literatura universal.

Los miserables, de Víctor Hugo

Víctor Hugo es uno de los escritores más importantes y prolíficos de la literatura francesa y mundial. Lo recordamos por obras maestras como Los Miserables (1862) o Nuestra señora de París (1831), las cuales se han convertido en iconos de la cultura universal, en gran parte, gracias a las diversas adaptaciones en el cine, el teatro, e incluso, la radio.

En Los Miserables crea un universo literario en el que se mezclan personajes históricos y ficticios (como el protagonista Jean Valjean), y se aborda la lucha de los oprimidos y la injusticia social en el París del siglo XIX.

La novela se caracteriza por describir emociones y sentimientos con una fuerza y una intensidad que conmueven al lector. También, recurre a las alegorías y personifica a la sociedad francesa, mientras expresa las preocupaciones alrededor de las problemáticas de esta.

Víctor Hugo también fue un escritor comprometido con las luchas políticas y sociales de su tiempo, y su obra literaria estuvo estrechamente vinculada con su compromiso con la libertad y la igualdad. Pero su activismo fue más allá del terreno de la literatura. Ejemplo de ello es la conocida oposición pública a la campaña militar de Napoleón III en México.

Madame Bovary, de Gustave Flaubert 

Esta lista está compuesta por autores cuyas historias han trascendido más que sus propios nombres. En el caso de Gustave Flaubert, su nombre apenas causará alguna impresión, pero no así su obra maestra Madame Bovary, publicada por primera vez en 1857 y que marcó un hito en la historia de la literatura realista.

La novela cuenta la historia de Emma Bovary, una mujer atrapada en un matrimonio infeliz, quien busca desesperadamente la felicidad a través de aventuras amorosas y gastos extravagantes. Igual que Don Quijote, Emma va perdiendo la cordura a causa de las historias amorosas que ha leído.

Además de Madame Bovary, Flaubert escribió otras obras importantes, como La educación sentimental y Tres cuentos. En todas ellas, se enfocó en retratar de manera realista la sociedad francesa de su tiempo, a menudo criticando su moralidad y sus valores.

Naná, de Emile Zolá

Emile Zolá fue un prolífico autor precursor del movimiento literario naturalista en Francia. Sus obras más famosas son Germinal (1885), considerada una de las obras cumbre del naturalismo y Naná (1880), que forma parte de su famosa serie "Los Rougon-Macquart", una colección de veinte novelas que Zolá escribió con la intención de retratar a la sociedad francesa del siglo XIX desde diferentes puntos de vista.

Naná cuenta la historia de una joven prostituta que se convierte en una actriz popular en el teatro parisino y luego en una cortesana muy influyente. El libro describe la vida decadente y corrupta de la sociedad parisina, donde la riqueza y la influencia son las únicas cosas que importan, mientras que la moralidad y la virtud son ignoradas o simplemente compradas.

La novela es una denuncia de la organización social de la época, que permitía a los ricos y poderosos disfrutar de la vida mientras la clase trabajadora luchaba por sobrevivir.

Zolá escribió sobre temas que eran considerados tabú en su época, como la pobreza, el alcoholismo y la prostitución, y lo hizo con una descripción muy precisa y detallada de la vida cotidiana en la Francia del siglo XIX.

En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust

Por último, tenemos a Marcel Proust. Basta con decir que es el autor de En busca del tiempo perdido, una obra descomunal tanto en extensión como en innovación literaria. La novela es una exploración profunda de la vida, la memoria, el tiempo, el amor y la sociedad francesa del siglo XIX y principios del XX.

En busca del tiempo perdido es una obra monumental, que consta de siete tomos y más de cuatro mil páginas. Proust utiliza un estilo literario caracterizado por su riqueza léxica y complejidad para abordar temas universales como el paso del tiempo, los mecanismos de la memoria y la búsqueda de la identidad.

Los siete tomos se publicaron después de su muerte, en 1922. Destaca el primer libro Por el camino de Swann, en el que encontramos la famosa anécdota de “las madalenas”, un suceso particular que desencadena toda una serie de recuerdos del protagonista.

En sus libros, Marcel Proust retrata la vida de la alta sociedad francesa con una precisión y un realismo que son únicos en la literatura. Además, explora recursos literarios como el “flujo de pensamiento”, un simulacro de la mente humana. Por otra parte, Proust experimentó con la narrativa, el tiempo y la estructura de la novela, y su trabajo influyó en muchos otros escritores y movimientos literarios.

Existen muchos otros autores franceses cuyas obras han cambiado la forma de hacer literatura y de ver el mundo, por ejemplo, Alejandro Dumas o Julio Verne; poetas como Baudelaire, Rimbaud o Paul Verlaine; o autores surgidos en el “periodo entre guerras” como Albert Camus, Jean-Paul Sartre o Simone de Beauvoir. Encontrarás en sus libros historias e ideas más que interesantes.