El regreso a clases, de alguna forma, se siente como el inicio de un año nuevo. Ambos momentos tienen una energía de inicio, de volver a la rutina después de un periodo menos estructurado. Sí, a todos nos encanta la emoción de los momentos improvisados, pero vivir una vida organizada tiene el poder de ahorrarte tiempo y energía. Los diarios y las agendas nos motivan a intentar nuevas cosas, sentimos que nuestra productividad aumenta como por arte de magia. Es cierto que volver a la rutina no siempre es sencillo, pero puedes aprovechar esta energía de nuevos comienzos y usarla a tu favor. No importa si eres un procrastinador o la persona más organizada del mundo, éstos son algunos consejos para que la transición de playa a salón de clases (presencial o híbrida) no sea complicada. https://vm.tiktok.com/ZMNDerjJQ/?k=1

1) Escribe todo lo que necesitas hacer

Escribir es la mejor forma de no olvidar las cosas. Ver todo en papel puede ser de gran ayuda para que empieces a organizar prioridades y a asignar una fecha para cada tarea. Anota hasta tus eventos sociales del fin de semana, verlo en tu agenda te puede dar esa motivación extra para sobrevivir la semana y tener en mente que tienes que ir a comprar un regalo, o ir al super el viernes para tener el fin de semana libre.

2) Ve un día a la vez

No trates de meter todos los pendientes que tienes que hacer en un solo día. Date tiempo para hacer cada cosa. Jerarquiza. Una agenda como la Moleskine, Daily o Weekly, te puede ayudar para que organices tus horarios y que te concentres únicamente en lo que tienes que hacer hoy. Además te da claridad para planear el siguiente día.

3) Divide una tarea que no quieras hacer en pedacitos para hacer una parte por día

Algunas tareas pueden ser abrumadoras por lo que implican. Si te sientes así, prueba hacerlo poco a poco. Por ejemplo, inscribirte a la uni: un día busca el teléfono de las oficinas, al siguiente ve al banco, y al que sigue busca los horarios de inscripción. Al final de la semana vas a haber cumplido con esa tarea, pero recuerda planear con tiempo y siempre tener en cuenta las fechas límites para priorizar qué tienes que hacer ya o que puedes dejar para después.

4) Anota en tu agenda un espacio para hacer nada

El ocio es muy importante para la creatividad. Darle un espacio a cada cosa de tu vida, incluso a actividades recreativas o el descanso, te ayuda a mantener el equilibro y no perderte en montañas de tarea o actividades escolares. El que lo consideres como parte de tu rutina te libera culpa porque ya tienes un tiempo determinado para hacer las cosas de escuela o trabajo, entonces sabes que no estás “perdiendo” el tiempo o usándolo en otra cosa en lugar de otra más prioritaria. Estructurar las diversas actividades en nuestra vida nos da certeza, sabes qué sigue, qué tienes que hacer. Este nuevo año, usa esa sensación de poder que tienen los comienzos y no le tengas miedo a la rutina, pocas cosas son tan placenteras en la vida como tachar una tarea que ya realizaste en tu agenda.