Los cuentos de los hermanos Grimm han sido parte de la cultura desde hace más de doscientos años. Gracias a Disney, su influencia ha alcanzado la vida diaria de todos los niños desde hace varias décadas, con historias de princesas como Rapunzel, Cenicienta y la Bella Durmiente. Sin embargo, las narraciones originales que ellos escribieron no se parecen tanto a las que la mayoría conoce, y algunas personas incluso podrían asegurar que no son cuentos para niños. Es por esto que surge la duda de si los niños de hoy podrían leer los cuentos originales de los hermanos Grimm. 

Tradición oral 

La tarea de los hermanos Grimm no se limitó a la creación de historias infantiles: fueron grandes filólogos, mitólogos y estudiosos de la cultura alemana. En realidad, los cuentos que conocemos de ellos no son puramente inventados. Los hermanos se encargaron de recopilar narraciones que pertenecían a la tradición alemana y que eran transmitidas de forma oral de generación en generación. Esto implica que la mayoría de los personajes y situaciones reflejan un contexto del que se encuentran muy alejados los niños de hoy. Sin embargo, también son la transcripción de elementos arquetípicos de la humanidad, pues tratan la violencia familiar, la ambición, el amor, el deseo de libertad, entre otros temas diversos que son intrínsecos a todos los seres humanos.    Muchos mitos y leyendas de cada país forman parte de la educación de los hijos. Estas historias muchas veces también están llenas de elementos que podrían parecer demasiado “adultos” o “fuertes” para los niños; sin embargo, son parte elemental de su educación y del desarrollo de una cosmovisión cultural. Por lo tanto, las historias que conforman la tradición oral no deberían ser censuradas de la vida de los niños

Permitir a los hijos conocer el mundo 

A veces se piensa que la mejor forma de proteger a los hijos es evitando que conozcan algunos elementos de la realidad que podrían resultar perturbadores o que reflejan conductas negativas. Sin embargo, lo mejor es ir acercando a los niños poco a poco a estas partes oscuras del mundo, del humano y de la sociedad, pues al final tendrán que conocerlos y será un choque mucho más impactante si no cuentan con referentes con los cuales descifrar los eventos negativos.   La literatura de los hermanos Grimm no gira alrededor de las relaciones violentas y de los accidentes fatales: simplemente son los detonantes que invitan a explorar aspectos aún más relevantes en los lectores, como el amor familiar, la determinación, la justicia, la perseverancia y la emancipación. Ninguno de estos factores positivos de la vida vienen acompañados sin una oscuridad previa. Es por eso que los cuentos de los hermanos Grimm son una excelente manera de acercar a los niños a las complejidades que presenta el mundo desde hace cientos de años, y que seguirán existiendo cuando ellos sean adultos y tengan que leer la realidad.