Además de El guardián entre el centeno, J. D. Salinger también publicó otros libros poco conocidos, pero de gran valor literario, comoNueve cuentos, Franny y Zooeyy Levantad, carpinteros, la viga del tejado.

J. D. Salinger valoraba su privacidad hasta niveles que bien podrían considerarse excéntricos. En 1963 comenzó un silencio voluntario en el que se negó a dar entrevistas o realizar actos públicos hasta su muerte. También se aisló junto con su familia en una cabaña apartada de la ciudad.

Además, restringió los derechos sobre sus obras, razón por la que no se han llevado a cabo adaptaciones al cine, nuevas traducciones al español (sólo existen dos, cuyos títulos carecen de la metáfora del original en inglés Catcher in the Rye) e incluso, los libros carecen de sinopsis en las contraportadas. (¿Qué pensaría Salinger de las reseñas en internet?).

Salinger y el salto a la fama

Salinger ganó fama gracias al fenómeno que representó El guardián entre el centeno. Este título, cuyo protagonista es un adolescente de 16 años llamado Holden Caulfield, salió publicado por primera vez en 1951.

La novela cuenta la historia de un adolescente rebelde, con problemas académicos y una actitud pesimista. Con un lenguaje retador y lleno de ironía, la novela de Salinger aborda temas que escandalizaron a la sociedad estadounidense puritana y conservadora de esa época.

Sin embargo, rápidamente se convirtió en un best-seller y una lectura obligada para los adolescentes de la época, quienes se sentían identificados con el protagonista y los temas de la novela.

Por si fuera poco, El guardián entre el centeno se convirtió en una novela de culto y, durante la década de 1980, se hizo de una leyenda negra a raíz de tres célebres crímenes cuyos ejecutores poseían el libro.

Salinger y la guerra como fuente de inspiración

Además, Salinger publicó relatos de gran valor en los que aborda temas como la sordidez de la depresión generalizada por la Segunda Guerra Mundial y sus experiencias en las campañas militares del ejército estadounidense.

Como soldado, Salinger participó en importantes sucesos, como el Desembarco en Normandía, también llamado el Día D. Estas experiencias están plasmadas en relatos como “Para Esmé, con amor y sordidez”, una pieza magistral en la que aparecen personajes jóvenes con una inteligencia singular, característica que aparecerá a menudo en el resto de sus obras.

“Un día perfecto para el pez plátano” es otro relato muy celebrado. Con cierto aire críptico, aparecen por primera vez personajes de otros relatos. Uno de los hermanos Glass —un excombatiente afectado por un trauma de la guerra— ya se caracteriza por su personalidad errática e impredecible.

Éstos y otros siete relatos se publicaron en el prestigioso diario The New Yorker y luego salieron compilados en un solo libro titulado Nueve cuentos, en 1953.

La sordidez y la cotidiana depresión

Franny y Zooey es el tercer libro de Salinger y apareció en 1961. Está conformado por dos relatos cuyos protagonistas son los hermanos Glass. El primero, narra brevemente el desencanto y la sordidez con la que Franny Glass vive su vida universitaria. Después, “Zooey” cuenta la vida familiar de los Glass en la que se revelan sus inseguridades ocasionadas por la singular educación y el aislamiento impuesto por sus padres.

De nuevo, el desencanto y la depresión cotidianas se hacen presentes. Ambos relatos, narrados por Buddy Glass, otro de los hermanos, tienen gran influencia de las filosofías orientales, especialmente de la filosofía zen.

Finalmente, Levantad, carpinteros, la viga del tejado, publicado en 1963, narra lo sucedido durante la boda de Seymour, al que Buddy Glass asiste como único representante de la familia. Nuevamente, Seymour aparece como un personaje impredecible con graves afecciones mentales que terminan por causar el desagrado de los asistentes a la boda y la tristeza de Muriel, su prometida.

El universo de J. D. Salinger

Estos tres libros, menos conocidos que El guardián entre el centeno, dialogan entre sí y forman parte de un solo universo literario. Aunque argumentalmente están separados de su obra principal, abordan temas como el desencanto de la juventud, el pesimismo social producto de la guerra y los males que acarrea a los individuos. También, los personajes expresan ideas provenientes de filosofías orientales, característica compartida con Hermann Hesse.

Salinger en una sesión de fotos. Noviembre 10, 1952.

A pesar de estar opacadas por el gran éxito de su primera novela, estos libros abordan los temas que siempre preocuparon al autor neoyorkino a través de interesantes recursos literarios y la ironía.