Guillermo del Toro es una figura de renombre en el cine mundial, conocido por sus películas de fantasía, acción y, sobre todo, terror. Además de su éxito en el cine, ha escrito junto al reconocido autor Chuck Hogan, Los seres huecos, una novela de terror pertenecente a la llamada “Trilogía de la oscuridad”.

Los seres huecos

Guillermo del Toro tiene varias novelas en su lista de publicaciones, casi siempre de la mano del famoso escritor de bestsellers Chuck Hogan.

El libro relata la historia de Odessa Hardwicke, una agente del FBI novata que se ve obligada a asesinar a su compañero en una misión después de que éste se volviera loco de repente. Al morir, un misterioso espectro salió de su cuerpo.

Destituida temporalmente y sin saber cómo superar el trauma, Odessa se ve envuelta en una serie de situaciones extrañas a través de las cuales comienza a develar poco a poco la razón de la locura de su colega. Sus mayores guías en la búsqueda de la respuesta son Earl Solomon, un ex agente del FBI al borde de la muerte, y Hugo Blackwood, un hombre que asegura llevar siglos vivo y que se dedica a cazar a los entes oscuros que habitan el planeta.

La trama ocurre en tres líneas temporales distintas: Nueva Jersey en 2020, Misisipi en 1962 y Londres en 1582. Las tres historias contienen información fundamental para comprender la historia completa que se va presentando poco a poco, para que el lector una los puntos como si fueras un detective.

Este entretejido es muy cuidadoso y no deja cabos sueltos, tal y como asegura Solomon: “No hay pequeñeces, ¿cierto, Blackwood? No hay coincidencias. Todo está ligado”. Precisamente esta línea explica el estilo e intención de la obra completa.

Todos los mecanismos de terror en un libro

Los seres huecos conjunta muchos tipos distintos de historias de terror y misterio. Hay varias escenas de acción, con balazos, golpes y rehenes, que se entrelazan con ritos oscuros llevados a cabo en castillos y tradiciones africanas.

Guillermo del Toro y Chuck Hogan hicieron una labor monumental al estudiar rituales católicos y demoníacos del siglo XVI y costumbres del Palo Mayombe afroamericano. A pesar de ubicar en ambas tradiciones el origen del horror que sufren los personajes, nunca estigmatizan a ninguna: reconocen el valor e importancia de las diferentes creencias y adjudican al error de los seres humanos que exista la maldad.

Los personajes de la novela se complejizan, pues sus acciones están atravesadas por el libre albedrío y constantemente cuestionan sus propias decisiones sin adjudicarlas forzosamente a una influencia mayor: ��debí disparar? ¿Fue mi culpa que alguien muriera? ¿Debo mentir por el bien mayor? ¿Qué es bueno y qué es malo?

La historia está llena de escenas crudas y directas, como linchamientos, peleas sangrientas, huesos, fluidos y cabellos, cuerpos explotando y puñaladas que atraviesan el cráneo y el cerebro.

El terror también es humano

El libro tiene como protagonistas a personajes marginados y silenciados por la sociedad. Odessa Hardwicke es constantemente cuestionada por su salud mental, sus desbalances hormonales y sus decisiones amorosas; su propia abogada y colegas de trabajo la tildan de histérica.

Por su lado, Earl Solomon representa la historia del racismo en Estados Unidos de la década de los sesenta. Él, uno de los primeros agentes negros en el FBI, debe vencer a las fuerzas malvadas, pero sobre todo luchar contra el racismo de los demás policías y del Ku Kux Klan.

En ambos personajes se reflejan horrores que cometen los seres humanos y que van más allá de los espectros y que, al igual que éstos, han acompañado a la humanidad desde el primer día y que muy probablemente lo hagan por siempre.

En Los seres huecos, el terror está en todas partes, y Del Toro y Hogan se encargarán de que voltees a ver sobre tu hombro preguntándote si hay algo detrás de ti, que no eres capaz de ver y que en cualquier momento te podría poseer.