Nosotras de Suzette Celaya Aguilar fue la ganadora del Premio Primera Novela en 2023. Esta novela narra el despojo de la autonomía de un pueblo a partir del proyecto de construcción de una presa en el asentamiento de dicho poblado a finales de los años sesenta. Y es debido a este evento que la memoria, la libertad y la sororidad se convertirán en tópicos de este libro publicado bajo el sello Hachette Voces.

Nosotras: su trama y sus influencias literarias

Con la soltura narrativa de Celaya Aguilar asistimos a la vida de Violeta, la protagonista de Nosotras, quien es el personaje-guía que representa una resistencia ante los agentes estatales que quieren llevar a cabo el proyecto de la presa y ante el olvido de los propios pobladores, quienes aceptan abandonar ese lugar al que consideran sórdido y viejo.

A lo largo de sus páginas, Nosotras se mantiene entre el realismo y la fantasía, entre la violencia de género y la autogestión, entre la verdad y la mentira de lo que se dice del pueblo. Este juego doble que realiza Suzette nos recuerda a otras narraciones como las de Los recuerdos del porvenir de Elena Garro; Las muertas de Jorge Ibargüengoitia Cartucho de Nellie Campobello y aun Pedro Páramo de Juan Rulfo.

Al poblado envían a un joven periodista para registrar los sucesos que acaecen ahí en el periodo de la construcción de la presa. Este joven de la capital, llamado L. Traslaviña, escribe pequeñas crónicas que alimentan más la fantasía de los pobladores, como la inextinguible pira del cuerpo de Isidra Calles a 270 días de su fallecimiento, en lugar de describir la realidad que el pueblo sufre. Sólo será hasta el final que intentará redactar la noticia sobre la presa con todas sus letras, pero la censura de Redacción se lo impide, pues el temor a las represalias estatales ejerce su presión sobre el periódico.

Las formas de la memoria en Nosotras

Hay muchas formas de memoria y todas ellas cumplen con un propósito en específico. Como lo he mencionado, vemos dos maneras en que son representadas dentro de la novela: a partir del registro impreso del periódico, y a partir del registro oral de Violeta.

En el caso de la protagonista, su propia existencia, lo que sabe de su abuela, de su hija, de los pobladores, se mantendrá insobornable a las ofertas del gobierno y sólo hasta el final, cuando encuentra paz con su pasado, decidirá irse del pueblo, pero cargando con el peso de sus recuerdos y por otras razones. Esta forma de memoria simbolizará una resistencia que contrastará con el joven periodista.

Por otra parte, Traslaviña sufre un proceso de transformación en cuanto al registro de la memoria del pueblo. Él es la parte escrita y por él se conocerán otros relatos (como el de la hoguera ya mencionada arriba) que son desmentidos o matizados por la voz de Violeta y las acciones de otros personajes. No obstante, su extensión y escritura se convertirá en la “versión oficial” de lo ocurrido con dicho poblado, por lo que esta forma de memoria, una vez que pase por la censura de Redacción, será cooptada y “enderezada” a favor del gobierno, intentando borrar sus huellas.

En ambos casos, estas formas de la memoria chocarán continuamente en su afán por decir la verdad, en su afán por evitar que alguna caiga en el olvido.

Nosotras y Carbón rojo

En otro lado de la novela, la relación que Fermín, ex amante de Violeta, establece con ella a su vuelta al pueblo, detonará eventos violentos que llevarán a las mujeres a juzgar ante la pasividad de las autoridades estatales. Un suceso así, que sonaría propio de los años sesenta, resuena con actualidad todavía en pleno siglo XXI.

Pero la representación de los personajes femeninos de la autora resalta la sororidad entre ellas y su agentividad ante un medio que les es hostil, como en el caso de Carmina, la protagonista de Carbón rojo de Mónica Castellanos. En ese sentido, ambas escritoras mexicanas comparten un interés común por la memoria y la resiliencia de sus personajes, perfectas expresiones de lo que ocurre en México, incluyendo la infatigable labor del recordar.

Nosotras y Hachette Voces

Como parte de la extensión de los sellos de Hachette Livre México, Hachette Voces (o sólo H Voces) se propone alojar las primeras obras de sus autoras y autores. Así es como Nosotras de Suzette Celaya Aguilar encuentra aquí su nueva casa editorial para inaugurar este sello que, deseamos, sea un venero de aquellas letras que renueven y refresquen la escritura latinoamericana con sus visiones sobre la literatura y el poder de la palabra ante la realidad.

Quienes lean Nosotras encontrarán ecos con otras obras de la literatura mexicana contemporánea, lo cual sería una muestra de que el contexto en que son publicadas genera un marco común de interpretación que nos dan nuevas claves para abrir nuestra perspectiva sobre lo que se denomina el “nuevo ‘boom’ latinoamericano”.

Al final, Nosotras es un texto que remarca la importancia de la comunidad y su autogestión para hacer efectivos los derechos que le son propios a un pueblo que merece pervivir a pesar de que se le entierre bajo agua.

¿Quién es Suzette Celaya Aguilar?

Suzette Celaya Aguilar (1982) se licenció en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Sonora, es maestra en Ciencias sociales y realizó un diplomado en Escritura creativa en la SOGEM, es decir, la Sociedad General de Escritores de México. Su labor periodística y de investigación, en conjunto con el estilo desarrollado en Nosotras, revela un dominio del lenguaje para decir, de manera sencilla —pero también simbólica— realidades respecto a la violencia, el despojo y la ruina.