Hay libros que se quedan en la memoria y pasan a ser parte de nuestra biblioteca mental, luego está Pedro Páramo. Publicada en 1955, la obra cumbre de Juan Rulfo no sólo marcó un antes y un después en la literatura latinoamericana, sino que ha cruzado fronteras, lenguajes y épocas para convertirse en un clásico fundamental de la literatura universal.

¿Qué tiene esta historia de un pueblo fantasmal, atrapado entre la vida y la muerte, que la convierte en una obra inmortal? En este artículo, desentrañaremos las razones por las que esta novela sigue viva y vibrante en el imaginario colectivo, cómo ha influido en la cultura global y por qué sigue siendo tan actual como cuando fue publicada por primera vez, hace casi setenta años.

La novela universal de Rulfo

Una de las claves del éxito monumental de Pedro Páramo es su universalidad. La novela narra la historia de Juan Preciado, quien llega al pueblo de Comala en busca de su padre, Pedro Páramo.

Lo que comienza como una búsqueda personal a través del dolor de la paternidad ausente, pronto se convierte en una exploración de un mundo fantasmagórico y fragmentado, en el que las líneas que separan la vida y la muerte, el pasado y el presente, se diluyen.

Los temas de la muerte, la memoria y el poder son el corazón de la novela. La muerte no sólo está presente como un final inevitable, sino como una fuerza que impregna cada rincón de Comala. Los habitantes del pueblo, muchos de ellos ya muertos, viven atrapados en sus recuerdos y pecados. Esta visión de la muerte —ya sea en vida o definitiva— como un ciclo interminable va más allá del contexto mexicano, pues en un contexto de conflictos internacionales, ansiedad y depresión mundial y cambio climático, alcanza a lectores de todo el mundo. En Pedro Páramo, la vida y la muerte son dos caras de la misma moneda, una dualidad que es universal y que apela a nuestra propia naturaleza humana.

El poder, encarnado en la figura de Pedro Páramo, es otro tema de carácter universal. Páramo es un cacique implacable, cuya ambición y crueldad han condenado a Comala y a sus habitantes.

Este ejercicio despótico del poder es una constante en la historia humana, lo que convierte al personaje de Pedro Páramo en una representación atemporal de la corrupción, la crueldad humana y la decadencia moral.

Cabe mencionar la innovadora estructura narrativa de Pedro Páramo. Rulfo fragmenta el tiempo y utiliza una multiplicidad de voces, así como un narrador omnisciente para contar la historia. La fragmentación de la realidad en la novela refleja la experiencia moderna de un mundo que está lleno de saltos, repeticiones y rupturas.

Comala, el pueblo que derrumbó fronteras

El impacto de Pedro Páramo fue tal desde su primera publicación en 1955, que ha sido traducida a más de 30 idiomas. La historia del pueblo con forma de media luna ha llegado a lectores de culturas tan diversas como la alemana, la japonesa o la árabe. Estas traducciones han permitido que lectores de gran parte del mundo accedan a la obra y encuentren en ella algo que les resuene, independientemente de sus contextos particulares.

Las adaptaciones cinematográficas también han jugado un papel importante en la difusión de las atmósferas de la Comala de Pedro Páramo. En 1967, el cineasta español Carlos Velo dirigió una adaptación cinematográfica de la novela con guion de Carlos Fuentes y un reparto de la talla de Ignacio López Tarso y Pilar Pellicer, lo que marcó un primer intento por trasladar la complejidad y el ambiente onírico de Rulfo a la pantalla grande.

A pesar de las enormes expectativas que se tenían sobre el filme, las dificultades inherentes a adaptar una obra tan profundamente literaria lo llevaron a recibir fuertes críticas incluso de las personalidades involucradas en el mismo como el propio director y algunos actores.

Hubo otras adaptaciones menos conocidas en años posteriores como Pedro Páramo. El hombre de la media luna de 1978, dirigida por José Bolaños y protagonizada por Manuel Ojeda y Blanca Guerra; o la dirigida, escrita y protagonizada por Salvador Sánchez en 1981.

Este 6 de noviembre de 2024 se estrena la película más reciente hasta el momento, bajo la producción de Netflix, dirigida por el nominado al Oscar Rodrigo Prieto y protagonizada por Tenoch Huerta, Manuel García-Rulfo e Ilse Salas, entre otros.

A lo largo de los años, también se han realizado adaptaciones teatrales —como las de 2013 y 2020— y obras visuales inspiradas en Pedro Páramo, lo que demuestra la capacidad de la novela para inspirar a artistas en diferentes disciplinas. Esta trascendencia de la palabra escrita a otros medios es una prueba más de la universalidad de la obra y su impacto en la cultura.

Un nuevo modelo de novela mexicana

La portentosa historia de Pedro Páramo ha influido en una larga lista de escritores y escrituras clave para la literatura latinoamericana. Gabriel García Márquez, por ejemplo, reconoció la deuda que tenía con Juan Rulfo al escribir Cien años de soledad (1967). El propio García Márquez afirmó que, tras leer Pedro Páramo, quedó tan impresionado que supo que no podría escribir nada más hasta no superar esa experiencia. El realismo mágico imperante en la obra y la atmósfera fantasmal de Macondo tienen mucho en común con la desolada Comala de Rulfo.

Paola G. Gasca, autora de Raíces del mal (2024), ha señalado que la obra de Rulfo, especialmente Pedro Páramo, influyó en su visión sobre cómo contar historias ancladas en el realismo, pero con elementos que trascienden lo puramente material.

Aunque Suzette Celaya Aguilar, autora de Nosotras (2024), ha afirmado que no se inspiró directamente en Rulfo, es imposible no ver ecos de Pedro Páramo en su retrato de un pueblo que parece estar al margen del tiempo y el espacio en el que la ausencia y la memoria adquieren protagonismo.

Además, en numerosas ficciones contemporáneas y modernas donde se retrata alguna parte del México rural encontramos resonancias de Comala, sobre todo en las atmósferas opresivas y sobrenaturales.

Pero la influencia de Pedro Páramo se extiende más allá de América Latina. En Estados Unidos, autores como William Faulkner y Cormac McCarthy han sido comparados —aunque no directamente relacionados— con Juan Rulfo por sus descripciones de paisajes desolados y personajes atrapados en un destino trágico. Esto demuestra que los temas y técnicas narrativas de Rulfo tienen una relevancia que trasciende el contexto hispanoamericano.

Todos somos hijos de Pedro Páramo

A pesar de haber sido publicada hace casi setenta años, uno de los aspectos más fascinantes de Pedro Páramo es que su relevancia no ha disminuido hasta la actualidad. Esto se debe en parte a la universalidad de sus temas, pero también a la capacidad de la obra para ser reinterpretada y adaptada a diferentes contextos históricos y sociales.

En este sentido, Pedro Páramo ha trascendido a la muerte tanto de su autor como de su contexto histórico, no sólo como un objeto de estudio, sino como una experiencia de lectura que se renueva con el paso del tiempo.

En la actualidad, Comala sigue siendo un lugar donde se encuentran con las grandes preguntas de la existencia, mientras que la figura de Pedro Páramo, con su crueldad intrínseca y su tragedia personal, sigue siendo un reflejo de las sombras del poder en nuestras sociedades contempor��neas.

Las voces fantasmales de Comala siguen hablándonos desde las páginas de Pedro Páramo (o desde la pantalla grande) hasta el día de hoy y nos recuerdan que, mientras no nos deshagamos de los males que las aquejaban desde entonces, todos somos y seremos hijos de Pedro Páramo.