Tengo dos perros, Turín y Frijol, los dos rescatados. Ellos me han enseñado que el mundo es un lugar complejo, que a veces hay que pararse a oler las flores y sobre todo que los límites de mi paciencia están más lejos de lo que imaginaba. Cuando paseo con ellos o nos acurrucamos en el sillón pienso en lo fascinante que ha sido la relación de estos animales con el ser humano que ha llegado a una increíble comprensión mutua y milenios de evolución. Su presencia en diversas obras literarias enriquece las historias y refleja esta profunda conexión. A continuación, te comparto una lista de diez lomitos de la literatura que, con su lealtad, valentía y sabiduría, han dejado huella en cada una de sus historias.

1. Argos de La odisea, Homero

Un perro siempre será el más fiel de los amigos. Argos, el perro de Odiseo, es un símbolo de la lealtad inquebrantable por la que son famosos los lomitos. En La Odisea, espera pacientemente durante veinte años el regreso de su amo. Cuando finalmente lo ve, viejo y descuidado, es el único que reconoce a Odiseo disfrazado de mendigo. Su último gesto es mover la cola y dejar caer las orejas antes de morir, mostrando que su espera no fue en vano.

2. Gipsy de “Gipsy, la perra mestiza”, Virginia Woolf

Cada perro tiene su propia personalidad, pero hay algunos que nos cautivan precisamente por ese carácter tan particular. Virginia Woolf relata en este cuento las aventuras de Gipsy enfocadas en su comportamiento único y las relaciones que establece con las personas y otros animales.

A través de Gipsy, Woolf examina cómo la personalidad y las emociones de un perro pueden reflejar aspectos de la naturaleza humana. La psicología de esta perra recuerda a cualquier peludo del que nos hayamos enamorado al instante.

3. Orfeo de Niebla, Miguel de Unamuno

Hay perros que nos marcan de por vida y que llegan a nosotros con algún fin. A lo largo de Niebla, Orfeo ofrece un silencioso consuelo a Augusto en sus recurrentes soliloquios. En un giro significativo, Orfeo es quien cierra la novela con un profundo epílogo donde lamenta que su amo nunca haya comprendido el verdadero sentido de la vida. Este epílogo subraya la percepción y sabiduría de Orfeo, y contrasta su simple pero profunda visión de la existencia con las complejidades y dudas de Augusto.

4. El protagonista de “Indagaciones”, Franz Kafka

De vez en cuando nos cruzamos con esos perritos de mirada profunda que parecieran reflexionar todo lo que les rodea. El protagonista anónimo del cuento “Indagaciones” es un perro filósofo que cuestiona su propia existencia y las normas de su sociedad canina.

A través de sus reflexiones, Franz Kafka explora temas de identidad, conocimiento y la búsqueda de la verdad. Este relato es un claro ejemplo del estilo único de Kafka, donde lo absurdo y lo filosófico se entrelazan.

5. El perro espectral de El sabueso de los Baskerville, Arthur Conan Doyle

Por su fiereza, algunos perros pueden ser la fuente de terribles pesadillas. En esta famosa novela de Sherlock Holmes, El sabueso de los Baskerville es un perro gigante y fantasmal que aterroriza a la familia Baskerville en la tenebrosa región de Dartmoor. La criatura se convierte en el centro de uno de los casos más enigmáticos de Holmes, donde la lógica y el misterio se enfrentan en un escenario de suspense gótico.

6. Toto de El maravilloso mago de Oz, L. Frank Baum

Un perro es parte de la familia, un amigo que puede convertirse en la alegría más grande de una vida. Más que una simple mascota, Toto es un personaje crucial en El maravilloso mago de Oz. Con su carácter valiente y leal, acompaña a Dorothy en su viaje a través de la maravillosa y peligrosa tierra de Oz. Su papel es fundamental en varios momentos decisivos, incluyendo el encuentro de Dorothy con la Bruja Mala del Este y la conexión emocional que mantiene a Dorothy enfocada en su objetivo.

7. Cipión y Berganza de El coloquio de los perros, Miguel de Cervantes

Mucha gente dice que su perro es muy inteligente, en lo personal creo que los perros poseen una sabiduría que esconden detrás de las orejas ladeadas. Cipión y Berganza son los protagonistas de este diálogo satírico incluido en Novelas ejemplares de Cervantes.

Estos perros, dotados de la capacidad de hablar, reflexionan sobre la condición humana y la vida en la España de su tiempo. A través de sus conversaciones, Cervantes critica la sociedad y expone la hipocresía y corrupción de su época.

8. Los mastines del señor Heathcliff de Cumbres borrascosas, Emily Brontë

Todo se parece a su dueño y los perros no son la excepción. En Cumbres borrascosas, los mastines del señor Heathcliff reflejan la naturaleza salvaje y vengativa de su amo. Estos perros, fieros y leales a Heathcliff, contribuyen a la atmósfera de temor y brutalidad que caracteriza la novela.

Su presencia subraya la turbulenta y oscura relación entre los personajes humanos, además de recordarnos que nunca es buena idea molestar a un perro desconfiado.

9. Bulls eye de Oliver Twist, Charles Dickens

Seguro has visto a algún villano de ficción que va acompañado de un perro muy bravo. Pues uno de los primeros fue Bulls Eye, el perro de Bill Sikes, el violento antagonista en Oliver Twist.

Su nombre refleja su apariencia y comportamiento agresivo. Bulls Eye es un símbolo de la brutalidad de Sikes y juega un papel crucial en los momentos más oscuros de la novela. Acentúa la desesperanza y la crueldad en el mundo que rodea a Oliver ya que ayuda a su amo en sus frecuentes amenazas.

10. La protagonista de “Kashtanka”, Anton Chéjov

Rescatar a un perro de la calle siempre implica la duda de cómo habrá pasado su vida anterior y si habrá sido mejor o peor. Kashtanka, la perra protagonista del cuento de Anton Chéjov, es una perra mestiza que pierde a su amo y acaba en el hogar de otra persona.

La historia sigue su adaptación a su nueva vida y las emociones que experimenta, mediante la comparación de los dos hogares. Esta perrita refleja la sensibilidad y profundidad con las que Chéjov aborda el comportamiento y la psicología animal.

Ya sea como compañeros valientes, observadores filosóficos o guardianes feroces, cada uno de estos lomitos refleja aspectos de la condición humana a través de su fidelidad, coraje, y sabiduría. Explorar sus historias nos ayuda a apreciar más las complejidades de los personajes caninos y su aporte tanto a sus tramas como a nuestra propia vida.

En definitiva, estos perros nos enseñan que la literatura, como la vida, está llena de matices y emociones, enriquecida por la presencia de estos seres maravillosos.