Quizá “te vas a morir de hambre” sea la frase que más escuchamos los escritores cuando anunciamos que queremos crear. Pero tal vez no exista un autor que la ilustre mejor que Edgar Allan Poe, uno de los primeros que se empeñó en vivir de su escritura.

La miseria lo acompañó gran parte de su vida, por lo que se enfocaba en el género literario que más se vendía, el cuento. Y es que los libros de Edgar Allan Poe y todo el mito que envuelve su figura son inconcebibles fuera de los cuentos de terror, pero la verdad es que escribió también grandes poemas que con frecuencia publicaba entre las escenas de terror y los misterios casi detectivescos.

Predilección por la poesía

Edgar Allan Poe escribió sus primeros versos en su adolescencia y publicó su primer libro de poemas con apenas 18 años. Un compendio de versos titulado Tamerlán y otros poemas en el que se mencionaba que todos ellos habían sido escritos antes de los 14 años y está firmado como “por un bostoniano”. Esta primera publicación pasaría prácticamente desapercibida gracias al pequeño tiraje del que constó.

Años después vendrían más poemarios editados con ayuda de diferentes fuentes, desde un coronel del colegio militar donde estudiaba, hasta amistades en imprentas.

Es entonces cuando se interesa por el cuento, ya que era el género más comercial, y por lo tanto, más redituable en la época. Con lo que comienza la serie de empleos en periódicos y revistas donde además de cuentos, escribía poemas, reseñas y críticas literarias; escritos que sellaron su carrera como escritor.

Para componer un poema, Poe necesitaba de cierta paz interior que rara vez pudo encontrar en su vida. Razón por la cual descuidó su poesía por varios años, hasta que en 1842 comenzó a gestarse “El cuervo��� en su mente. No es hasta 1845 cuando lo incluye en la recopilación El cuervo y otros poemas donde señala la poesía como su género predilecto.

Los poemas de Edgar Allan Poe

El poeta Edgar Allan Poe conserva el estilo del cuentista, pues constantemente busca causar un efecto determinado en el lector. Para lo cual se vale de herramientas como imágenes vívidas que crean atmósferas intensas y evocadoras, prácticas que después retomarían los poetas simbolistas como Charles Baudelaire. Empleaba además técnicas como la repetición y la aliteración para crear un ritmo distintivo en sus poemas, recursos que contribuyen a la musicalidad de su poesía y refuerzan su impacto emocional.

Los temas que Poe trata en sus poemas complementan significativamente a sus formas, por ejemplo, a menudo explora la melancolía, soledad, desesperación y desesperanza. Su obra está impregnada de un sentido de tristeza y fatalismo que refleja las luchas personales y emocionales del autor. Asimismo, encontramos aspectos como la naturaleza efímera del amor y la angustia provocada por la pérdida de un ser querido, por lo general una mujer hermosa que muere.

“El cuervo”, el poema que hizo famoso al cuentista

Si bien, Edgar Allan Poe dedicaba la mayor parte de su tiempo de escritura al periodismo por cuestiones monetarias, la verdadera fama llegó a él gracias a su poema más emblemático, “El cuervo”. En este, un hombre recibe (o más bien sufre) la visita de un cuervo que entra por la ventana y no sabe decir otra cosa que “Nunca más”, aterradora frase que le recuerda la pérdida de su amada Leonor.

Antes de publicarlo, Poe compartió “El cuervo” con amigos y conocidos para obtener retroalimentación y mejorar el poema; la obra tuvo innumerables versiones hasta que por fin se publicó en 1845. Mucha gente admiraba sus cuentos y su capacidad de causar escalofríos, pero a partir de esos versos, que también recitaba en público, hasta llegaron a apodarlo “cuervo”.

Al año siguiente de la publicación del poema, Poe escribió el ensayo Filosofía de la composición donde explica —con muchas exageraciones— cómo fue que escribió “El cuervo”.En él, señala que fue producto de un proceso racional y lógico, aunque es verdad que cada verso está lleno de pasión y emociones desbordadas que, acompañadas de un ritmo trepidante, produce en quien lo escucha una angustia e inquietud tan profundas, que nos hace sentir como dentro de una pesadilla.

Edgar Allan Poe ocupa un lugar fundamental en la historia de la literatura, un lugar desde el que influyó a escritores como H. P. Lovecraft, Herman Melville o Charles Baudelaire. Precursor del relato detectivesco, de ciencia ficción y por supuesto, de terror; ha sido versionado por figuras de la talla desde Vincent Price hasta los Simpson. Sus poemas son prueba de un genio inagotable, de un alma azotada por la vida, pero sobre todo de una visión depresiva y dramática de un mundo que sólo supo ofrecerle hostilidad.