Hace muchos siglos, antes de la invención del internet, la televisión, la radio o los libros, las personas se reunían por las noches alrededor de una fogata o chimenea a contar historias sobre el inicio de los tiempos, el nacimiento de los dioses o la creación del universo. Así fueron surgiendo los mitos y leyendas, de voz en voz, transmitidos de abuelos a nietos, de madres a hijos, de maestros a aprendices. Estas explicaciones a modo de cuentos pasaron de generación en generación permitiéndole a pueblos enteros darle sentido al mundo.

Aunque muchas veces no nos percatemos, gran parte de nuestra cultura está influida por estos breves relatos que los niños adoran, por ello, hoy te revelaremos diversos aspectos sobre estas increíbles narraciones y por qué es importante contarles leyendas a nuestros hijos.

El origen de las leyendas

Aunque desde el siglo XIX se consideran como parte de la tradición popular, según el lingüista Michael Witzel, las leyendas se originaron hace más de 100, 000 años en África. Han acompañado al ser humano a lo largo de los siglos y culturas, no obstante, muchas leyendas hoy en día se han perdido, se han quedado olvidadas o han desaparecido junto con la cultura que les dio vida. Muchas otras, por fortuna, permanecen ocultas a través de los cuentos de hadas y el folklore.

Por ejemplo, la historia de Cenicienta tiene su origen en una antigua leyenda china; de forma similar, la conocida historia de La Bella y la Bestia hunde sus raíces en la cultura griega a través del mito de Psique y Cupido y éste, a su vez, en la leyenda hindú sobre la ninfa Urvasi y el mortal Pururavas. Así, cuando contamos una leyenda, estamos relatando una historia tan antigua como el tiempo.

Uno de los aspectos más bellos de las leyendas reside en que, al nacer en la tradición oral, son anónimas. No tienen un autor determinado, sino que toda una sociedad o cultura es su autora, encerrando así el conocimiento de diversas generaciones y enriqueciéndose con nuevas perspectivas con el paso de los años, pues cada narrador aporta algo de sí mismo al contarlas.

Por eso las leyendas tienen diferentes versiones y atesoran la memoria de los pueblos que las crean. De ahí que varias de estas narraciones escondan un significado, un valor moral o una visión especial sobre el mundo. Por ejemplo, la leyenda hindú El acertijo del rey nos enseña que todos los problemas se pueden resolver mediante el ingenio. O la leyenda La vaca y el hada del árbol nos da una lección sobre la humildad.

¿Por qué las leyendas son importantes?

Poder escuchar leyendas de diversas partes del mundo nos permite conocer otras formas de pensar y comprender la realidad, expandiendo nuestros horizontes culturales y nutriendo nuestra imaginación. De ahí que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, las denomine patrimonio cultural inmaterial de la humanidad ya que el entorno, la naturaleza y la historia particular de cada pueblo contribuyen a la invención de estos relatos.

Así, las leyendas ofrecen un sentimiento de identidad a quienes las comparten y, al mismo tiempo, promueven el respeto a la diversidad cultural entre miembros pertenecientes a distintas comunidades.

Al estar inspiradas en espacios específicos, las leyendas nos permiten generar un sentido de pertenencia e identidad. Si conocemos las leyendas de nuestra ciudad, nuestro barrio o país, éste adquiere un nuevo significado, sus calles y plazas dejan de ser simplemente eso y se convierten en sitios mágicos donde lo sobrenatural y lo maravilloso puede convivir con la realidad.

Por otra parte, al ir conociendo leyendas de otras regiones del mundo, éstas nos permiten transportarnos a esos lugares para conectar de alguna manera con sus culturas, volviéndonos ciudadanos del mundo y no solamente de nuestro país.

Así, aunque no nos percatemos de ello, las leyendas tienen una gran importancia en la cultura, inspirando las manifestaciones artísticas, los nombres de las calles que recorremos e incluso, dando origen a algunas tradiciones o costumbres.

Otra de las cualidades más sobresalientes de las leyendas, es su valor intrínseco de verdad. Es decir, por más extraños que sean los acontecimientos que relatan las leyendas, el escucha no duda, decide creer en ello.

Las leyendas mexicanas más populares

Ahora bien, las principales leyendas mexicanas surgen de cuatro momentos históricos específicos: 1) la época prehispánica, 2) el virreinato, 3) la revolución mexicana y 4) el proceso de urbanización de ciertas regiones.

Algunas de las leyendas nacionales más populares son:

  • La formación de los volcanes Popocatépetl e Iztaccihuatl,
  • La mulata de Córdoba,
  • La leyenda del Charro Negro,
  • El llanto de Zapata niño y,
  • La Llorona.

Pero existen también relatos en un nivel local que explican la formación de accidentes geográficos, hechos atípicos pero constantes de cierta región, o el origen de las tradiciones y costumbres.

Tal vez una de las leyendas de la Ciudad de México que ha tenido un gran impacto en la literatura actual es la leyenda de Lanchitas, que fue inmortalizada en papel por el escritor José María Roa Bárcena y es considerada el primer cuento fantástico de Latinoamérica. También es precursor de géneros literarios actualmente en boga como lo fantástico, lo insólito y la literatura de lo inusual.

Leyendas de todo el mundo

Por otra parte, existe un extenso repertorio de leyendas internacionales, las cuales han tenido una amplia difusión que se ha extendido hasta nuestros días, tales como:

  1. La leyenda del Jinete sin cabeza de Estados Unidos,
  2. las gestas heroicas de los Nibelungos de la cultura germana,
  3. diversos relatos acerca de la existencia de Gigantes basados en antigua tradiciones Nórdicas,
  4. las hazañas del Rey sueco Beowulf,
  5. las apariciones del apóstol Santiago en la lucha contra los sarracenos representadas en países de habla hispana,
  6. la lucha de San Jorge contra el dragón difundida en diversas naciones europeas,
  7. la leyenda griega de El deseo de oro

La popularidad y trascendencia de estas leyendas las ha llevado a exitosas adaptaciones al cine y otras expresiones artísticas, como en el caso del filme Macario que tiene su origen más remoto en la leyenda de La madrina Siniestra.

¿Por qué a los niños les gustan tanto las leyendas?

A diferencia de los cuentos, con las leyendas asumimos que es verdad lo que se nos relata: que los aluxes y duendes nos esconden las cosas cuando no las encontramos; que en la calle de enfrente realmente se aparece aquella mujer con patas de caballo; que, si nos portamos bien y somos humildes, un hada puede recompensarnos; que hace mucho tiempo aquellos volcanes eran dos enamorados.

Tal vez por esta cualidad de verdadero que solemos darles, las leyendas tienen una especial fascinación ante la mente de los infantes. Entre sus historias podemos encontrar ogros, duendes, hadas, apariciones, brujas, dioses, genios, sabios, reyes, animales de toda clase y un sinfín de seres que estimulan la curiosidad de los niños. La doctora Nancy Steinberg señala que la narración y la lectura ayudan al incremento de la fantasía lo cual beneficia al desarrollo mental de los infantes.

Por si fuese poco, al ser relatos breves, es fácil que los niños mantengan el interés por la historia, oyéndola de inicio a fin sin distracciones. Esto es sumamente benéfico durante la infancia pues ejercita la concentración, escucha activa y focalización. Por ello, la narración de leyendas se vuelve ideal tanto para contarlas antes de dormir, como para fortalecer el hábito de la lectura o como herramienta didáctica dentro del aula escolar.

Además, su oralidad las vuelve fascinantes, pues, ante los ojos de los niños, quienes las relatan las extraen del fondo de su memoria, como si fuese un conocimiento antiguo y fundamental. Al mismo tiempo, la dinámica es en sí misma una oportunidad para crear momentos únicos y fortalecer lazos entre los niños, sus padres y otros familiares, pues, ¿qué hay más tierno que un abuelo o abuela contándole una leyenda a sus nietos?

Colección de Leyendas del mundo

Estas historias y relatos anclados al fuego de las fogatas primigenias y a las voces de nuestros antepasados, por desgracia, van desapareciendo entre el ruido de la tecnología y la luz de las pantallas. Son raras las leyendas que aún se transmiten de voz en voz. No obstante, por fortuna, en la actualidad existen antologías y libros que reúnen diversas leyendas rescatando ese conocimiento popular.

Ejemplo de ello es la bella colección Leyendas del mundo de Larousse, la cual contiene diversas leyendas cortas para niños como El ogro maloliente, El deseo de oro, El acertijo del rey, La vaca y el hada del árbol y La verdadera riqueza.

La ventaja de estos libros no sólo reside en el hecho de recuperar e inmortalizar las historias que diversos pueblos han contado de generación en generación, sino que, además, enriquecen la narración con sus ilustraciones, haciéndolas aún más llamativas para los pequeños, al tiempo que transmiten una serie de valores universales.

Así, al contarle leyendas a nuestros hijos no sólo les estamos leyendo un breve cuento para entretenerlos, detrás de cada palabra está la voz anónima de todo un pueblo. Y si el encanto que la leyenda ejerce en los niños es tal, es probable que quieran escucharla más de una vez, llevándolos a aprenderlas también para relatarlas tanto a familiares como a amigos, ejercitando así su memoria, fomentando nuevas dinámicas de convivencia y continuando con la transmisión de estas fabulosas historias

¿Puedes imaginar que la leyenda que le relatas hoy a tus pequeños, sea la misma que ellos contarán a sus propios hijos o nietos? Eso es, sin duda, lo más bello de las leyendas: son las historias ancestrales que contarán los ciudadanos de nuestro futuro.