Las momias fascinan a los amantes del mundo antiguo, los aficionados a las películas de terror y, sobre todo, a los niños. Ahondar en su origen e importancia es una excelente forma de que nuestros hijos aprendan historia, biología, química y antropología. Aquí está todo lo que necesitan saber.

¿Qué es una momia?

Momias al descubierto es un libro ilustrado hecho por el British Museum que explica de forma muy específica el proceso y la importancia de la momificación, los conceptos religiosos y los descubrimientos científicos.

Las momias han existido desde hace más de 5,000 años en Egipto, donde se consideraba que los espíritus vivirían una vida eterna si se conservaban y cuidaban sus cadáveres. Así fue como inventaron el proceso de embalsamamiento que estaba destinado principalmente para los faraones y las familias ricas.

Su origen es muy interesante. La tierra y clima de Egipto creaban momias naturales cuando los cuerpos eran enterrados en el desierto; sin embargo, cuando la realeza decidió que sus tumbas serían monumentos y que los cuerpos estarían dentro de ataúdes, los egipcios necesitaron idear un plan para conservar igual de bien sus restos.

¿Cómo se hacían las momias?

En este método convergían muchas disciplinas distintas: la religión, la biología y la medicina. Se trataba de un trabajo en equipo donde cada persona tenía un rol específico. El líder era el maestro de los secretos y tenía bajo su mando al sacerdote que leía textos sagrados; y al marcador, al cortador y al encurtidor, quienes se encargaban de extraer los órganos con mucho cuidado para no destrozarlos y poder preservarlos en vasijas. El cortador era el que peor la pasaba: en cuanto sacaba los órganos los demás lo apedreaban, ¡tenía que salir corriendo!

Además de la paga a los trabajadores, los múltiples utensilios que se utilizaban son una de las razones por las que sólo los ricos tenían acceso al embalsamamiento. Se requería de natrón para absorber la humedad y descomponer la grasa, vino de palma para limpiar el cadáver y cuchillos especiales de sílex.

La típica imagen que tenemos de una momia, envuelta en tiras interminables de tela, es en realidad el último paso de un proceso que podía alargarse semanas. Primero secaban el cuerpo, extirpaban los órganos, untaban la piel con aceites aromáticos, la rellenaban con plantas secas, serrín, arena y barro para recuperar la forma, la cubrían de resina y finalmente la envolvían con lino. Las momias se metían en sarcófagos y, las de los faraones, eran selladas en lo que hoy conocemos como pirámides.

Las momias y el terror

¿Cuándo comenzaron las momias a ser un elemento en las películas de terror? La idea de encontrarse con un cadáver de miles de años de antigüedad conservado a la perfección, no es una imagen enternecedora para nadie, pero, ¿en qué momento pasaron a ser un referente del miedo?

Contrario a lo que se podría pensar, cuando los exploradores europeos comenzaron a investigar las pirámides y sus interiores, las momias no generaron miedo. De hecho, eran coleccionadas por muchas personas y sus restos eran utilizados incluso como medicina.

La primera película de terror donde aparecieron fue en La momia del rey Ramsés, una producción francesa que inauguró la tradición de considerarlas como un elemento del horror. Después de eso, el resto ha sido historia, existen miles de largometrajes de momias y también cientos de series y caricaturas para niños donde aparecen.

Momias famosas de todo el mundo

Entre las momias más famosas se encuentran la de Tutankamón, Ramsés II y Seti I, que fueron faraones; la del hombre de Gebelín, que data del año 3400 a.C. y la de Katebet, una sacerdotisa que se encuentra dentro de un bellísimo sarcófago.

Es importante recordar que las momias no son exclusivas de Egipto. De hecho, las más antiguas del mundo se encuentran en Chinchorro, Chile. En América también se pueden observar en Perú, Argentina, y, por supuesto, México.

Todas estas culturas desarrollaron técnicas específicas de conservación o por las condiciones naturales de la tierra ocurrieron momificaciones naturales.

A través de las momias, los niños aprenden sobre muchas costumbres, tradiciones y ciencia del Antiguo Egipto, mientras se divierten con estas fascinantes figuras.