El carnaval diabólico, la nueva novela de Sandra Becerril es como la película Hereditary (El legado del diablo) pero ambientado en México y con un dios prehispánico incluido. Tiene terror, pecado, asesinato y ¡hasta una posesión!

Si eres amante del terror, de lo sangriento y el suspenso, entonces debes conocer a Chloe, una escritora del terror más terrorífico del medio oeste (Estados Unidos) que es invitada a un festival de terror en Chiapas y donde lo que parecía ser una presentación literaria tranquila, se convierte en un caos sin salida. A continuación, te dejo tres razones por las que deberías leer este thriller de terror mexicano.

1. Las escenas de cine de terror

A mí me gusta el terror y soy gran fan de la obra de Edgar Allan Poe, por ejemplo, pero no había sentido tanto miedo desde la película Hereditary y, además, que ese miedo lo provocara un libro mexicano fue toda una sorpresa.

Crear miedo en pantalla y escribirlo son dos cosas distintas, pero Sandra narra escenarios de película: el ambiente gélido, desconocido para la protagonista y la sensación de que no está del todo sola son cosas que te acompañan a lo largo de la lectura, con o sin el libro.

La portada del libro "El Carnaval Diabólico" de Sandra Becerril.

El libro lo narran tres voces y tres personajes: nuestra protagonista Chloe, lo narra en primera; Christian, un personaje literario creado por Chloe, en segunda; y Él, en tercera, con estas perspectivas logramos saber lo que Chloe siente, ver lo que ignora y saber lo que oculta.

Como dije, crear terror no es fácil, pero digamos que hay una criatura que sigue a Chloe, una especie de sombra que va tomando forma. Cuando cierras el libro y te vas a lavar los dientes, ver tu reflejo en el espejo, incluso con la luz encendida, no será lo mismo. Sentirás esa inquietante sensación de que algo te acecha detrás.

Hay escenas fuertes, hablo de personas descuartizadas, así que precaución con la gente sensible, pero Sandra Becerril no teme ser directa en sus escenarios. También hay una posesión. Y es asombrosa la descripción que tenemos del cuerpo poseído y la perspectiva de a quien posee sin poder hacer nada para retomar el control, en el cine es fácil verlo, ¿pero narrarlo? Sin embargo, se logra y es toda una locura.

2. El final. Spoiler: No sale bien, ¿o sí?

Si bien mi referencia de este libro es Hereditary, no sólo es por el dios pagano o no reconocido, la elección de un cuerpo y el terror que acecha en la oscuridad, sino porque el final es una joya, ya que nada parece salir bien.

Una ilustración de una criatura esquelética y grotesca con ojos saltones y una mazorca de maíz en la cabeza, sobre un fondo oscuro y nebuloso.

Uno como lector espera que todo conflicto se resuelva, que todo se tranquilice, pero Sandra demostró que no todas las historias trágicas tienen un final feliz, deja que sea lo que tenga que ser y a pesar de eso la vida continúa. No puedo dar más detalles. No puedo decir si todo sale bien, pero el cierre es coherente y poderoso.

3. Miedo, suspenso y más

Chloe es la protagonista y desde pequeña está condenada (maldita) a aterrorizar y ser aterrorizada. Incluso, ya de adulta, sufre parálisis de sueño donde las horas se van como agua, pero los momentos son eternos y las cosas que ve son aterradoras.

Fuera de lo extraño y paranormal, también hay un miedo más real: ser asesinada. Chloe llega al pueblo de Chiapas que tiene un expediente de un asesino serial de mujeres, una persona que murió hace tiempo, pero que pareciera tener un imitador porque los cuerpos comienzan a aparecer de nuevo.

Fotografía de la escritora mexicana Sandra Becerril

Entonces imagínate a una gringa que no habla español en Chiapas donde debe estar una semana, la persigue algo fantasmal y todavía hay un asesino suelto. No suena algo fácil, ¿cierto? Pero sólo hay una forma de averiguarlo y ya tienes tres razones para comenzar El carnaval diabólico que no sólo da miedo, sino confirma que en México también sabemos invocar horrores inolvidables.