William Faulkner es un nombre que todos los amantes de la literatura conocemos por sus maravillosas y complejas novelas. ¿Pero sabías que también fue guionista? Aquí te contamos más sobre esta faceta y el mundo del guionismo a principios del siglo XX.

William Faulkner el escritor

William Faulkner vivió entre 1897 y 1962. Toda su vida la pasó al sur de Estados Unidos, en Misisipi, lugar con el que siempre tuvo una relación muy estrecha y alrededor de la cual escribió casi toda su obra. Obtuvo el premio Nobel de literatura en 1949.

Sus novelas más conocidas son El ruido y la furia, Mientras agonizo y Absalón Absalón. La primera narra la decadencia de una familia perteneciente al deep south, y la segunda cuenta la historia del duelo de un grupo de granjeros. Todas comparten la ambientación y la complejidad del estilo: flujos de conciencia que se alargan por páginas, múltiples narradores y puntos de vista, y el uso experimental del lenguaje.

El cine y Faulkner

El escritor estadounidense tuvo dos tipos de relación con el cine. Por un lado, El ruido y la furia y otros escritos fueron adaptados al cine mientras él seguía vivo. Estas películas representaron un gran reto para los guionistas debido a que los libros de Faulkner no tienen características cinematográficas y tuvieron que ideárselas para transportar las historias de un lenguaje a otro.

Por otra parte, Faulkner escribió, hasta ahora reconocidos, siete guiones. El más famoso de ellos es la adaptación de la novela de Ernest Hemingway Tener y no tener. Está ambientada en la Segunda Guerra Mundial y cuenta la historia de un par de marineros en Martinica, fue dirigida por Howard Hawks, con quien hizo casi todos sus trabajos. También llevó a la pantalla grande a Raymond Chandler y creó algunos guiones originales, como Tierra de faraones (1955) y Air Force (1943).

Podría parecer que existía una estrecha relación entre Faulkner y el cine, pero la realidad es que él sólo lo veía como un medio para ganar dinero. En sus propias palabras, él nunca decidió escribir los guiones, sino que estaba relacionado con gente en el cine que le pedía hacerlo, pero no le parecía una actividad seria. Debido a esto, es posible que su catálogo sea mucho más grande, pues Faulkner permitía que, mientras le pagaran, otros firmaran sus trabajos como propios.

El estilo de sus guiones

A pesar de no tomárselo tan en serio como sus novelas, Faulkner sí revolucionó en estructuras cinematográficas. Sus diálogos están llenos de referencias literarias que hacen un guiño al espectador leído, de personajes entrañables presentados de forma concisa e inteligente, y de secuencias muy cortas con duración de apenas un minuto.

Probablemente el mayor distanciamiento entre sus libros y guiones radica en las temáticas: mientras que, como ya mencionamos, en sus novelas trató temas desgarradores, profundos y tradicionalistas; en sus películas originales se atrevió a hablar más de aviones, amores no correspondidos e incluso faraones.

Los guionistas de su época

William Faulkner comenzó a escribir guiones justo en el apogeo de estos libretos. Antes no eran utilizados principalmente porque el cine era mudo. Después de 1920, con la explosión de la industrialización de la cultura, las películas pasaron a tener música y diálogos, sobre todo gracias a la tecnología estadounidense. Fue en ese momento que se les dio el verdadero valor a los guionistas.

En los años 40, cuando el autor tuvo su apogeo en el cine, este arte en Estados Unidos se encontraba muy censurado y controlado por el gobierno. Se produjeron muchísimas películas propagandísticas acerca de la Segunda Guerra Mundial y eso explica por qué varios de los guiones de Faulkner estuvieron muy relacionados con temas bélicos.

El talento del escritor era tal que logró crear un estilo literario y uno cinematográfico. Acercarte a sus películas te permitirá conocer otra faceta de uno de los intelectuales más importantes de la historia.