La lectura es una habilidad muy importante para desarrollar y fomentar durante la infancia. Es fundamental en diversos aspectos como el desarrollo del pensamiento crítico, creatividad, empatía, conexión con diversidad de culturas y pensamientos diversos, entre muchas otros aspectos del desarrollo de los niños.

Actualmente, tenemos muchas distracciones al alcance de muestras manos y fomentar la lectura en los niños puede convertirse en un reto. Venturosamente y con el avance de la tecnología en el área editorial y literaria, existe una gran diversidad de libros interactivos, títulos ilustrados y propuestas para poder ofrecer a los pequeños y motivarlos con la lectura.

Si a esto le sumamos, que las mamás y papás tienen un gran ánimo por crear esta conexión importante entre libro-niño-papá, podemos decir que los siguientes tips les encantarán, pues abordaremos propuestas para fomentar la lectura en estas vacaciones.

1. ¡Construye tu propio museo de …!

La colección Construye tu propio museo hace una propuesta interactiva y divertida para conectar la lectura, los museos y el arte de construcción en un solo lugar. Con temáticas variadas (espacio, ciencia, historia, dinosaurios) nos podemos transportar y ser unos grandes eruditos del tema.

Cada uno de estos títulos, cuenta con instrucciones claras, desarmables fáciles y datos interesantes sobre el tema a tratar. Pueden desarrollar habilidades como la atención, destreza, pensamiento crítico y lógico.

Tres libros de Larousse de la serie "Construye tu propio Museo de...", que incluyen "Dinosaurios", "Historia" y "Espacio".

Tip: Pueden meterse en el modo de cada temática y hacer de cada armado un juego, por ejemplo con el libro del espacio, crear su propio casco y ser “astronautas” construyendo su propio museo -may day ¿me copias? Nos falta la pieza 6 para completar la misión-.

2. Lecturas y diarios de emociones

A veces como mamás o papás, ni nosotras nos entendemos con las emociones que sentimos, ahora imaginemos como se sentirán nuestros pequeños y que no saben describirlo, canalizarlo y sacarlo. Por eso existen excelentes propuestas donde las emociones son las protagonistas y ofrecen diversidad de actividades para identificarlas y saber qué hacer con ellas.

Es el ejemplo de la colección de Anita Mejía que aborda diversas emociones como ¡Soy tan rebelde! Un libro para días intensos que ofrece variedad de cosas por hacer con estas emociones complicadas como llenar un "tarro de enojos", hacer una playlist, leer y describir frases o armar los paper toys que tienen.

Tres cuadernos de actividades con ilustraciones de dibujos animados y títulos como "¡Soy tan rebelde!", "¡Soy tan feliz!" y "¡Tengo tanto miedo!".

Excelente opción para leer, hacer introspección y que los niños se entretengan un ratito.

3. Armemos rompecabezas

Los rompecabezas son mucho más que un juego divertido, son una herramienta educativa que puede complementar y fortalecer el hábito de la lectura en los niños. Todos deberíamos armar rompecabezas, pues al juntar y embonar piezas, los pequeños desarrollan habilidades como la concentración, la paciencia, el pensamiento lógico y la resolución de problemas, competencias esenciales para cualquier proceso de aprendizaje.

Tres cajas de rompecabezas de dinosaurios Mudpuppy, incluyendo "Fuzzy Puzzle", "Search & Find Puzzle" y "Shaped Puzzle"

Cuando los combinamos con historias, ilustraciones o palabras, se crea una experiencia que motiva a los niños a explorar el lenguaje y los textos de manera lúdica. Por ejemplo, un rompecabezas que muestra diferentes tipos de dinosaurios invita a los niños a aprender sus nombres, dónde vivían y qué comían, todo mientras buscan determinada especie en el armado, despertando su curiosidad por la paleontología y el mundo prehistórico.

4. ¡Vámonos a la librería!

Visitar librerías es toda una experiencia sensorial, pues en estos espacios, los pequeños tienen la oportunidad de explorar libros de colores, historias y personajes fascinantes, lo que estimula su curiosidad y creatividad.

El ambiente acogedor de una librería invita a los niños a descubrir nuevas temáticas y géneros literarios. Además, la posibilidad de elegir sus propios libros les da un sentido de autonomía y motivación para leer.

Una niña de pie de espaldas, mirando una estantería alta y llena de libros en una biblioteca.

Las librerías también suelen ofrecer actividades como cuentacuentos, talleres o presentaciones que hacen de la visita un momento lúdico y educativo, donde los niños pueden interactuar con otros pequeños lectores y acercarse a los libros y autores de manera divertida.

5. Leer en comunidad, círculos de lectura para niños

Lejos de ser una actividad individual y silenciosa, la lectura se convierte en un acto compartido, donde cada participante tiene la oportunidad de expresarse, escuchar y descubrir nuevas perspectivas de un mismo libro.

En un círculo de lectura, los libros se vuelven punto de encuentro: se leen juntos, se comentan las historias, se reflexiona sobre los personajes y se comparten emociones. Este ambiente ayuda a que los niños vean la lectura como una actividad social, divertida y enriquecedora, no como una obligación escolar.

Además, al conversar sobre lo leído, los participantes desarrollan habilidades de comprensión lectora, pensamiento crítico y expresión oral. Escuchar a otros también les permite ampliar su visión del mundo, generar empatía y descubrir que no hay una sola forma de leer un texto.

Una vista aérea de cinco niños y un adulto sentados en círculo en el suelo de una biblioteca, con el adulto leyendo un libro.

Fomentar el hábito de la lectura en los niños es esencial para su desarrollo emocional, creativo y crítico. La diversidad de formatos que existen en los libros nos permite aprovechar y enriquecer su experiencia lectora. Combinar estos tips y herramienta puede ayudarte en estas vacaciones a que los libros y las historias formen parte importante.