Gracias al esfuerzo de muchísimas mujeres, el feminismo ha logrado cambiar el mundo en el que vivimos actualmente. Desde salarios igualitarios sin importar el sexo, hasta una mejor educación sexual en las escuelas, la importancia práctica que tiene el feminismo en nuestra sociedad es innegable. Sin embargo, el ámbito privado y las acciones individuales siempre son más difíciles de llevar a cabo, como, por ejemplo, aplicaciones prácticas del feminismo en la crianza de los hijos. Aquí te contaremos de cinco aplicaciones que se han usado ya en la crianza del día a día. 

1. Dejarlos sentir todas las emociones 

Los niños y niñas sienten las mismas emociones cuando son bebés y niños pequeños, pero la sociedad les enseña que para los niños el enojo es aceptable y el llanto no; mientras que las niñas pueden llorar, pero no deben enojarse. Hay que inculcarle a los hijos que, sin importar su sexo, pueden sentir todas las emociones que deseen y que no hay unas mejores que otras. Es decir, que no tengan miedo de expresar lo que sienten ni que conciban expresarse como una muestra de ser “menos” o “más” que los demás. 

2. No hacer diferencias de roles de género  

Hay que enseñarles que no hay juguetes, colores o tareas que sean sólo para niñas y otras para niños. Se deben poner a su alcance todas las posibilidades que ellos busquen sin que por eso sean encasillados en un rol o en otro. Aquí también es importante enseñarle tanto a niñas como a niños que hagan las mismas tareas del hogar: ambos pueden cocinar, limpiar la mesa cuando terminen de comer, clasificar su ropa y alzar juguetes. Nunca se debe usar la palabra “niña” como insulto o burla por escoger algo heteronormadamente femenino, ni debe pedírsele a los niños que se comporten como “hombres”. Ellos tienen la libertad de escoger las actividades y juegos que deseen.  

3. Darles modelos a seguir 

Es importante hablarles de modelos femeninos a seguir, como mujeres famosas en deportes, política, medios de comunicación, arte. También es valioso que ubiquen en su vida diaria figuras que sean un ejemplo del comportamiento feminista que se les quiere enseñar, como vecinas, tías, abuelas. Claro que se les puede hablar de modelos masculinos a seguir, pero siempre en la misma proporción que los femeninos. En la casa también deben considerar a los padres como ejemplos de comportamiento. Subvertir los roles de género es una buena forma de mostrar a los hijos que no hay conductas ni tareas asignadas a cada sexo, y el ejemplo en casa es lo que más impregnará en ellos. Esto implica que los padres deben estar bien informados de lo que es el feminismo y qué propone, una buena herramienta para aprender es Feminismo. Una guía ilustrada de Cathia Jenainati y Judy Groves. 

4. Invitarlos a tener amigos de distinto sexo 

Cuando los niños comienzan a salir más en sociedad, a convivir con las normas escolares y de convivencia sobre las que los padres no tienen control, es más difícil poder garantizar que se está educando de una forma feminista. En las escuelas probablemente los inciten a separar sus grupos en niñas y niños, y esto refuerza los estereotipos. Una buena idea es organizar fiestas, reuniones y actividades extraescolares mixtas que no estén determinadas por roles de género.  

5. Proporcionarles toda la información que necesiten 

Cuando tengan preguntas o inquietudes, no hay que negarles el acceso a la información. Siempre hay una forma de responder sus dudas de acuerdo a su edad. Aunque en la escuela o en otros contextos no se les proporcionen los datos que necesitan, no es preferible replicar ese modelo en casa. El conocimiento es la herramienta con la que podrán enfrentarse a un mundo que, lamentablemente, sigue dominado por los estereotipos de género y desinformación.   El feminismo tiene aplicaciones prácticas para la crianza de los hijos, sólo es necesario estar siempre atento de las necesidades de los niños y que los padres vuelvan suyos los conocimientos y roles que quieren transmitir. No importa que los diferentes círculos sociales de los niños tal vez no tengan una formación igualitaria, lo que aprendan en casa los acompañará a donde vayan.