Con "La isla misteriosa", Jules Verne culmina su primera y brillante etapa como escritor, cerrando un tríptico literario esencial que incluye "Los hijos del capitán Grant" y "Veinte mil leguas de viaje submarino", dos obras fundamentales en su carrera debido a la gran ambición narrativa que las caracteriza. A través de estas novelas, Verne aborda la ciencia, el enfoque positivista de la realidad, el conocimiento de los recursos naturales y su aprovechamiento por unos náufragos que luchan por sobrevivir, siendo algunos de los pilares que sustentan la trama de "La isla misteriosa". Sin embargo, no son los únicos elementos que componen esta obra.

En la estructura de "La isla misteriosa", se perciben influencias de una amplia gama de fuentes, resultado del arduo trabajo de documentación y las diversas lecturas del autor. No obstante, lo que destaca con una intensidad única y revela la radical originalidad de la propuesta de Verne es el adjetivo que define el escenario de la aventura: la isla es misteriosa. Este misterio mantiene al lector en vilo hasta la última página, al igual que en las grandes novelas de Verne. Un misterio que se convierte en la clave para descubrir un secreto oculto en las entrañas de la isla, un enigma que exige que nos adentremos cada vez más para desvelarlo y darle sentido a toda la obra.